¿Por qué cenamos pavo en Navidad?

En los aztecas está el origen de la tradicional cena de Navidad, quienes preparaban el guajolote para sus grandes banquetes.

Te puede interesar:  Cómo preparar un delicioso Tronco de Navidad

Después fue introducido por los españoles a Europa y tuvo gran aceptación entre la realeza y la nobleza por su exquisito sabor.

Otra de las ventajas de esta ave es que tiene un gran tamaño y su tiempo de engorda es mucho menor al de otras como los gansos.

Mientras un ganso pesa aproximadamente tres kilos, un pavo pesa en promedio 10 kilos, así fue como creció su popularidad entre las poblaciones menos adineradas de Europa y América.

La receta del pavo de Navidad como la conocemos surge entre los cristianos desde el siglo XVI que encuentran en el guajolote la forma de preparar el más delicioso manjar con un bajo presupuesto porque rinde muchísimo y es ideal para compartir con toda la familia.

Ya conoces el origen y un gran motivo para no volverte a quejar del pavo en la cena de Navidad: ser rendidor es el secreto para poder servirte el segundo, incluso el tercer plato en la noche y ¡hasta regresar para el recalentado!

No te pierdas:  ¿Cómo sobrevivir al maratón Guadalupe-Reyes?