Raúl Araiza hace sincera confesión sobre Pablo Montero y su salud

Luego de estar casi un mes ausente del programa ‘Hoy’, Raúl Araiza regresó al matutino de Las Estrellas para hablar, con el corazón en la mano, de la difícil situación que enfrentó y que derivó en problemas emocionales, revelando que en algún momento le tocó apoyar a Pablo Montero con este mismo conflicto.

Fue en un encuentro con varios medios de comunicación que el actor de ‘La Desalmada’ fue cuestionado sobre la delicada situación por la que atraviesa el intérprete, destapando que éste llegó a pedir su ayuda en varias ocasiones.

“Esto es personal. Con Pablo (Montero) me llevó muy bien desde antes y también nos ha unido este puente. En algún momento, lo llevé a Monte (centro de rehabilitación) porque él pedía ayuda”, mencionó al periodista Edén Dorantes.

“ Es un tema que él y yo hemos hablado mucho. Nunca hablo de otras personas, pero aquí creo que él sabe muy bien, igual que yo, que es lo que tenemos que hacer y que no. Todos sabemos aunque no tengas una enfermedad; sabemos muy bien cuando alguien actuó o actuamos de una forma, lo sé perfectamente bien. Lo que pasa es como me dicen: ‘Raúl, sé coherente y honesto contigo’. Y él tiene que ser honesto con él”, agregó.

Raúl Araiza habla de su rehabilitación

Sin entrar en detalles sobre la situación que enfrenta Pablo Montero en cuanto a su salud y problemas emocionales, Raúl Araiza habló de su propio proceso, enfatizando que pese a que fueron siete años ‘perfectos’, situaciones de su vida personal lo llevaron a querer sanar de raíz algunos problemas emocionales, poniendo especial énfasis en que no tuvo una recaída como lo aseguró una revista de circulación nacional.

“ Es una enfermedad de pérdidas, vas perdiendo, perdiendo, perdiendo y perdiendo (…) Ir a rehabilitación existe en todo el mundo; hay que querer, no es para quien lo necesite, sino para quien lo quiere. Tienes que querer", explicó. “Tuve lapsos muy buenos, tuve siete años perfectos; luego lo dejé y luego me rompí la madre. Antes de volver a tomar, me fui a encerrar (…) Hay que trabajarlo, pero si digo: ojo, es otra vida cuando ya lo aceptas, lo entiendes, lo admites, es otra vida. No lo había abierto tanto porque siempre quise guardar, dentro de todo, un poquito de privacidad”, sentenció.