La explicación de Jíbaro, el alucinante corto de Love, Death + Robots

El ganador del Óscar Alberto Mielgo dirigió el último capítulo de la tercera temporada

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Por:
Maria Saucedo.
Imagen Netflix

Si no has visto la tercera temporada de Love, Death + Robots (2019) te estás perdiendo de mucho, pues si bien quizás no ha sido la favorita de los seguidores de la serie, tiene joyas espectaculares como Mal Viaje, dirigido por David Fincher, y Jíbaro, del español Alberto Mielgo.

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Y es que el animador español no ha hecho más que demostrar su impactante talento en los últimos años, pues hace apenas un par de meses, ganó el Premio Óscar a Mejor Corto Animado por The Windshield Wiper (2021), y ahora, nos sorprende con Jíbaro, el último episodio de la tercera temporada y el más comentado hasta el momento.

Y es que no solo la trama explora el tema de las relaciones tóxicas en su versión más honesta y personal, sino que lo hace de la mano de una animación impactante, un trabajo de sonido impecable y efectos que te volarán la cabeza. Así que si no has visto el corto, corre a prender Netflix antes de seguir leyendo.

Jíbaro nos sitúa en un río en Puerto Rico, en donde el canto de una mítica sirena desata raudales de sangre, acabando con un ejército de soldados, y solo sobrevive Jíbaro, un caballero que por cuestiones de audición, se mantiene de cierta forma inmune al irresistible canto de la hermosa sirena.

Así, el caballero y la sirena encuentran en uno en el otro una atracción irresistible, pero el caballero cede ante su ambición y comienza y despojar a la sirena de cada una de las joyas en las cuales está completamente cubierto su cuerpo, dejándola moribunda y llenando el río de su sangre.

Jíbaro entonces bebe la sangre del río, con lo cual recupera su audición; pero ahora está susceptible al canto de la protagonista y ella, sobrepasada por el dolor, ahoga al caballero con sus chirriantes gritos y lágrimas, y Jíbaro yace al fondo del mar junto con los cadáveres de los demás soldados.

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Sobre la intención del director al hacer este corto, Mielgo reveló en una entrevista para ANIMATIONworld: “Lo que quiero que la audiencia entienda es que esta es una película que no se trata de héroes”, enfatiza Mielgo al medio. “Ninguno de nuestros personajes aquí son héroes. De hecho, ambos son bastante incompletos. Hay momentos en que la audiencia va a favorecer a uno sobre el otro. Al principio, verás que la mujer es un monstruo, pero luego sentirás más empatía por ella”, señala.

Y es que sí, en esencia, es un corto sobre las relaciones tóxicas y el vacío y la tristeza de saber que no hay buenos ni malos; que en una situación así, realmente nadie gana y todos pierden: “Jíbaro también habla de una relación extremadamente tóxica, de una relación entre depredadores que es sensual porque se basa en la atracción mutua por razones equivocadas”, finaliza el español.

Si te resultó familiar el ambiente de Jíbaro, quizás sea porque Alberto Mielgo también dirigió The Witness, el corto de la primera temporada.