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10 de mayo

‘Viajar con tantos es una locura’: Inés Gómez Mont narra sus aventuras como madre de siete hijos

Con motivo del 10 de mayo, la conductora manda un mensaje a las mujeres que buscan una familia numerosa y revela por qué decidió ser madre de tantos.
Publicado 6 May 2020 – 01:25 PM EDTActualizado 6 May 2020 – 02:54 PM EDT
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Al ver una fotografía de Inés Gómez Mont rodeada de sus siete hijos, es imposible no pensar “¿Cómo le hace?”. Pero al platicar con ella a través del teléfono por más de una hora es fácil darse cuenta de que, para Inés, la maternidad va más allá de caber en las normas sociales, de realizar una faceta más del “ser mujer”. Para ella, la maternidad “es un reto constante que nos inspira a mejorar, a dar más amor y a dar todo lo que un ser humano tiene para hacer a los hijos mejores personas”.

El tiempo y espacio para dar atención a siete niños al mismo tiempo es una “maestría del amor”, para explicarlo en palabras de Inés. El número, para Inés, no es tan importante como el amor y las ganas por formar “hijos llenos de valores, llenos de principios, de amor, de risas, de unión”.

Ella siempre quiso ser madre de muchos desde que era una niña, nueve en total era su sueño; su madre se lo recuerda de vez en cuando. Y es justo el ejemplo de su madre la inspiración que encausó el amor de Inés para tener una gran familia en cantidad y en calidad.


¿Tienes algún recuerdo especial con tu mamá que te haya marcado?

Pues yo creo que cuando le dije que iba a tener triates, mi mamá estaba realmente sorprendida, apanicada y emocionada. Pero estaba muy contenta de tener un trío de nietecitos. Cuando mis bebés estuvieron en terapia intensiva, ella también estuvo al pie del cañón todos los días, todo el tiempo, no bajaba la guardia para acompañarme en momentos difíciles y mi mamá ahí estaba para acompañarme; nunca se ha derrumbado, mi mamá siempre saca la casta. No dejaba que me derrumbara.

Cuando a mí me dijeron que Diego, uno de mis triatitos, iba a ser sordomudo yo llore y llore; me paró en seco y me dijo: “¡No llores Inés, tú los pediste vivos, y están vivos, lo de menos es si habla o escucha, nosotros vamos a aprender a comunicarnos con él, no llores!”. Es una mujer que ante cualquier tempestad es siempre la luz. Me ha enseñado a encontrarle siempre las cosas buenas a los momentos complicados.


¿Cómo logras comunicarte con todos tus hijos?

Mis hijos me tienen mucha confianza. Aunque cometan algún error, deben sentir la confianza de acercarse a decirme cómo se sienten. Tengo mucha empatía con todos. Soy muy dedicada a los estudios y tareas. Encuentro el momento perfecto para comunicarme con cada uno de ellos por separado cuando están relajados, no cuando estamos todos sentados en la mesa a la hora de la comida y entonces eso pueda hacer que se sientan retraídos para entrar conmigo a la conversación. Si tengo que tratar algún tema en específico por algún problema en la escuela o con sus hermanos, trato de lograr una comunicación con mi hijo con una dinámica, por ejemplo, haciendo alguna manualidad o un dibujo, o cocinar unas galletas, jugar futbol en el jardín y ahí lograr tener un diálogo para comunicarle realmente el mensaje que le quiera dar. Pero siempre en momentos adecuados, eso es muy importante.

Por ejemplo, si sacan muy buenas calificaciones o se portan muy bien, les doy “un día solo con mamá”. Me los llevo a comer lo que quieran, nos vamos al cine, o a dar vueltas a un centro comercial por un helado. Les dedico toda la tarde y los hago sentir muy especiales. Deben sentir su momento de importancia y ahí es donde logro platicar con ellos cosas padrísimas, y explicarles sobre su situación o sobre cualquier cosa.

¿Cómo lograste formar una familia tan grande?, ¿es algo que siempre habías querido?

Desde siempre fue un deseo muy grande y creo que aunque hoy en día las familias ya no son comunes con este número de integrantes, cada vez estoy viendo que las generaciones están volviendo a creer en las familias numerosas, como en la época de nuestros abuelos. Sí creo que se están animando a tener entre 3 y 4 hijos cuando en generaciones pasadas eran máximo dos, estamos volviendo un poco a apostarle a las familias numerosas, cosa que me alegra muchísimo. Eso nos dice algo.


¿Y cómo manejas tus ratos libres?

Mi esposo y yo somos bastante ermitaños. En cuanto a salir, la verdad preferimos quedarnos en casa; somos muy hogareños y estamos siempre en casa con los niños, no somos mucho de salir.

Yo de pronto sí soy más amiguera y puedo salir a convivir con mis amigas, pero ya en cuanto a familia somos bastante cerrados en abrir ese círculo y el entorno familiar; lo hemos manejado así y estamos muy felices. A veces es muy complicado porque son muchos niños, pero es padrísimo tener una familia grande y me siento muy afortunada y muy bendecida.

¿Cómo es un día en la vida cotidiana de una familia grande como la tuya?, ¿cómo le haces para salir a comer o irte de vacaciones?

Pues, viajar con tantos sí definitivamente es una locura, la logística de pronto se complica pero honestamente es muy divertido, y creo que es parte de la experiencia de tener una familia grande y de tener tantos hijos chiquitos, sobre todo. Para mí cada uno es una enorme bendición y no me arrepiento en lo absoluto de haber formado una familia grande, de hecho siempre fue lo que anhelé desde chiquita, mis papás me decían que quería tener nueve hijos.

Pero ya te imaginarás el organizar maletas para tantos cuando salimos de viaje. Lo que yo hago es que los visto a todos iguales, me encanta y eso me lo facilita mucho. Meto los conjuntos de los cinco niños iguales y las dos niñas iguales; entonces me dejo de hacer pelotas, trato de complicarme la vida lo menos posible. Además me encanta verlos vestidos iguales. Yo crecí con mi hermana vestidas iguales y nunca me afectó en lo absoluto.

Los domingos que salimos todos, pues somos familia muégano, entonces vamos de arriba para abajo a todos lados, aunque para salir a un restaurante y conseguir una mesa, pues puede llegar a ser complicado.


¿Has recibido críticas por decidir tener una familia numerosa?

Las críticas no me importan, al contrario, se me acerca muchísima gente y por ejemplo, muchas amigas me han dicho: “Tú me has dado un empujón para animarme por el tercero, tú de verdad disfrutas la maternidad y haces que se vea tan simple y tan divertida que antojas que uno tenga más hijos”. Esa parte me encanta, inyectarle a alguien la maternidad. Para mí es algo de lo que nunca en mi vida me voy a arrepentir, habrá gente que diga que es una irresponsabilidad por el cuidado del planeta, pero, ¡por el amor de Dios!, no hay nada que se compare al amor infinito que uno puede tener, vivir y experimentar con los hijos y la familia; sin duda es el patrimonio más importante y yo le he apostado a la familia.

¿Has tenido que sacrificar cosas por tu familia?

Yo desde el momento en que me animé al ser una mamá de muchos, sabía, que de igual manera, el costo y el sacrificio iban a ser muchos, y hablo en costo de tiempo personal, de tener libertad, de tener horas excesivas de estrés o de cansancio, de tener que sacrificar trabajo, de tener que sacrificar muchas cosas por dárselas a los tuyos, ¡pero no me arrepiento en lo absoluto!, mis hijos han sido mi mejor inversión, mi mejor tiempo invertido, mi mejor energía y alma invertida y a mí me hacen sentir muy plena. Como me dijo una buena amiga “uno no se arrepiente de tener hijos, uno se arrepiente de quererlos y no haberlos tenido”. Para mí son regalos del cielo y me siento muy honrada y afortunada de que estén conmigo.


¿Qué valores les inculcas a tus hijos el día a día?

Soy una mamá, que por un lado, soy muy amorosa, pero por otro soy muy exigente, me gusta formar, tanto hombres, como mujeres de bien, es el compromiso que tengo conmigo en cuanto a llevar una educación congruente y para llevar una vida sana, próspera. Les exijo que practiquen los valores y principios que les enseño, a que sean respetuosos, amorosos, tenaces, responsables, que sean congruentes con la vida, con la fe; a que sean personas buenas. Para mí lo más importante es que mis hijos logren ser felices y que sean personas buenas, con corazones nobles.


¿Qué consejos les darías a las mamás allá afuera con familias grandes como la tuya?

Que le dediquen tiempo a cada uno de sus hijos, porque está en nuestras manos formar criaturitas de bien para que el día de mañana la sociedad y México se conforme por una cultura solidaria.


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