Fiel a su estilo, Jimmy Kimmel abrió la ceremonia de la entrega número 90 del Óscar con un potente discurso cargado de su ácido sentido del humor del que ni Guillermo del Toro pudo librarse.
Jimmy Kimmel se burla de los escándalos de Hollywood
Fiel a su estilo ácido, el comediante norteamericano estuvo al frente de la gala por segundo año consecutivo


El presentador inicio con un chiste sobre la polémica del año pasado cuando 'La La Land' fue anunciada como Mejor Película y en realidad la ganadora era 'Moonlight'.
"Este año vamos a olvidarnos de la comedia y nos concentraremos sólo en el programa y en entregar los sobres correctos, no podemos arruinar esta noche, es una ocasión especial".
De inmediato el escándalo que cimbró a Hollywood salió a flote, el acoso sexual, los actores señalados y claro, el detonador de toda la polémica Harvey Weinstein.
"Hollywood no sabe como tratar a las mujeres, hicieron una película llamada 'Lo que ellas quieren' que era protagonizada por Mel Gibson, Harvey Weinstein fue expulsado de la academia, no podemos permitir esa actitud, por eso el Óscar es el hombre más querido del mundo, tiene las manos donde todos podemos verlas, no dice palabras que no deba y es una figura que sabe de límites".
El comediante hizo un repaso de algunos nominados en la categoría a Mejor Director, hasta llegar a Guillermo del Toro, quien a pesar de su carisma fue objeto también de una broma a cargo de Kimmel.
"Estoy muy feliz por ti Guillermo, gracias a ti vamos a recordar este año como el año en que los hombres se portaron tan mal que las mujeres se olvidaron de ellos y comenzaron a buscar peces".