“M dieron la oportunidad de meterme a terapia y lo sentí fuerte. (No puede hablar con él) porque está un poquito sedado (…) Le agarré la mano, le agarré la pierna y le dije ‘aquí estoy, échale ganas’ y ya no quise hablarle más para no mortificarlo (...) Él está fuerte y los doctores tienen mucha fe que en 72 horas pueda salir de terapia intensiva”, dijo. Mezcalent