Aprender a manejar es toda una hazaña: te inundan pensamientos fatalistas, los nervios se apoderan de ti (o tu confianza excesiva pronto se desploma) e, inevitablemente, terminas cometiendo uno que otro error.
11 errores que nos hicieron sufrir cuando aprendimos a manejar: estacionarse es una tortura
Las primeras veces frente al volante no son nada sencillas y los errores son inevitables: estos son algunos de los que cometen todos los novatos.
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Lo cierto es que no hay de qué avergonzarse, ya que hasta los conductores más experimentados alguna vez fueron novatos y seguramente se enfrentaron a estas situaciones.
#1 Soltar el volante o cerrar los ojos
Sabes que mirar el camino todo el tiempo y nunca soltar el volante son dos reglas básicas al manejar un carro, pero tus nervios y miedo son demasiado intensos que seguro que al menos una vez te intentaste hacer bolita en el asiento del asiento del conductor.
#2 No saber cuál es la izquierda y cuál la derecha
Hasta tus conocimientos de preescolar se ponen a prueba cuando aprendas a manejar. De repente, cuando alguien te indica girar a la izquierda, terminas dando una vuelta hacia la derecha o viceversa.
Un posible peor escenario es que te esté enseñando un familiar o amigo cercano y sus instrucciones se limiten a “hazte para allá o para acá”, ¿qué significa eso?

#3 Pisar el acelerador en vez del freno
Una vez que te animas a dar tus primeras vueltas por la calle, olvidas qué controlaba el pedal izquierdo y qué el derecho. Aunque das el grito más grande de tu vida, al menos no hay un accidente mayor.
#4 Se apaga el carro por sacar mal el clutch
Si aprendiste a conducir en un coche manual, el famoso clutch te da muchos dolores de cabeza. Uno de ellos seguramente es que, en cuanto empiezas a agarrar confianza frente al volante, el motor se apaga a media calle por no cambiar bien las velocidades o no sacar adecuadamente dicho pedal.
#5 El auto se va para atrás en una calle inclinada
Una vez que empiezas a dominar cierta ruta, llega el primer desafío: transitar por una calle muy inclinada. Sin importar cuantas porras te eches, sentirás que el carro se va hacia atrás, cuando menos por unos milímetros. ¡Tú solo pisa el acelerador como si fueras Toretto!

#6 Manejar en reversa te da mucho miedo
Si ir hacia adelante ya tiene su propio nivel de dificultad, hacia atrás lo es aún más. “¿Estás seguro de que no puedo voltear como Linda Blair en ‘El Exorcista’ en vez de mirar por el retrovisor?”, piensas o le preguntas a tu instructor.
#7 Estacionarse es una tortura
No importa cuántos métodos o trucos te enseñen, te parece algo imposible de lograr. ¿Y hacerlo en 3 pasos? Debes estar inventando cosas.
#8 No medir bien la distancia con otros carros
Ya se que te les pegues tanto, que creen que quieres chocar o que dejes demasiado espacio como para que un tráiler se meta entre los dos. Las primeras veces frente al volante, parece que tu percepción del espacio está alterada.

#9 Ir demasiado lento en una vía rápida
“Más vale lento pero seguro” es la frase que te repites una y otra vez mientras te tocan el claxon con desesperación y te rebasan, no sin antes dedicarte una mirada matadora por la ventana.
#10 Quedar paralizado por los nervios y los claxons
Tus primeras veces fuera de la ruta más tranquila y en el tránsito pesado de tu ciudad son de lo más tensas. Tantas personas te tocan el claxon y hay tantos carros a tu alrededor, que quisieras bajarte del carro en ese momento. La primera vez que llegas con tranquilidad (o lo más parecido) a tu casa se vuelve un triunfo.
#11 No saber mucho de tu carro
Tú solo sabes que funciona con gasolina y leer el tablero. El tema del cambio de aceite, dónde va el refrigerante, cómo se cambian los parabrisas o las llantas pasa a segundo plano… hasta que te enfrentas a un problema técnico y no te queda de otra más que aprender.
