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Transporte Publico

Los mejores chismecitos escuchados en el transporte: infidelidades, bodas canceladas y más

Pocas cosas le ponen sabor a un paseo por la calle o viaje en el transporte público como enterarse de un chisme ajeno.
Publicado 3 Oct 2023 – 06:06 PM EDTActualizado 3 Oct 2023 – 06:06 PM EDT
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El transporte público es un lugar mágico. Ya sea metro, camión o tren, pueden suceder un sinfín de situaciones extraordinarias como fiestas o exorcismos.

Sin duda, una de las más comunes es enterarse de un chisme ajeno. Y no es que uno ande cazando historias de otros, sino que los otros pasajeros no miden el nivel de su voz y prácticamente van gritando sus problemas frente a los demás.

En algunos casos, esos cotilleos son tan, pero tan buenos, que hacen soportables el calor de la ciudad o las aplastantes multitudes.

Estos son algunos de las mejores anécdotas que los internautas escucharon en el transporte público y después compartieron en redes sociales.

Infidelidades que se escucharon en público

Uno creería que los ‘affaires’ deberían ser un tema discutido en privado, para evitar que terceros se enteren. Sin embargo, quienes protagonizan esas aventuras parecen tener la idea contraria. Prueba de ello es que varias personas se han enterado de infidelidades de otros en la vía pública.

Algunas de esas historias parecen dignas de ‘Game of Thrones’. Un usuario de Facebook, por ejemplo, contó que en una ocasión escuchó que una “chica le era infiel a su novio con su hermano”.

Otro más recordó la anécdota de una mamá que mantenía una “relación secreta con el novio de la hija”. “Ella le contaba a quien la acompañaba que había discutido con el chico porque cada vez que llegaba a la casa tenía actos de cariño hacia su hija y le reclamaba que no fuera ‘tan cínico’, que le diera su lugar a ella”.


También están las sacadas de ‘El crimen del padre Amaro’: “La infidelidad de una doña con el sacerdote de la iglesia de su colonia”.

Hasta el poliamor tiene cabida en esos chismes oídos en la vía pública. Por ejemplo, un usuario de Facebook confesó que alguna vez vio los chats de “una chica de una fábrica que salía con 3 ingenieros”. La verdadera pregunta es si ellos sabrían de la existencia de los otros dos.

“Una doña recibe una llamada y se escucha que es su marido y le empieza a reclamar bien furiosa: '¿Cómo no vas a ser tú el del video si clarito se ve cómo te la estás ponchando?’ Todo eso con groserías para llevar”, contó otro más. Apenas nos podemos imaginar el dramón que se armó en su casa ese día.

Historias de bodas canceladas escuchadas en el transporte público

Razones para no llegar al altar después de un compromiso hay muchas, pero cierta chica tenía una de peso: “Estaba arrepintiéndose de su boda porque su vato (pareja) tenía el 'topi' pequeño. Literal dijo ‘no me pienso llevar a todo el buey por un solo pedazo de carne’”. ¿Lo mejor de esta historia? Lo dijo en la iglesia.

Otra joven canceló su boda y “rompió el vestido de novia” después de que “encontró a su novio siéndole infiel”, según contó ‘Brix’ en Facebook.

Chismecitos escuchados en el transporte público y no aptos para todos los estómagos

Ya entrados en confianza, una persona puede hablar de prácticamente cualquier tema en público. Sí, hasta sus necesidades más básicas.

Una usuaria de Facebook, por ejemplo, relató la ocasión en la que escuchó a “unos chavos hablando de cómo le ganó del baño (a uno de ellos) y cómo le hizo para llegar a su casa”.

La conversación se puso tan interesante que cuando el protagonista de la historia “dijo algo muy chistoso, no pude evitarlo y solté la carcajada”. Afortunadamente, ellos se lo tomaron a la ligera y se rieron “juntos”.

Una usuaria de Quora contó que “una vez, mientras estaba leyendo un libro, dos chicas que estaban sentadas frente a mí me robaron la atención”. Su tema de conversación era una fiesta a la que había asistido un fin de semana atrás y una de ellas tuvo la oportunidad de pasar la noche con su ‘crush’: “Le gustaba alguien, pero él se volvió un imbécil. La invitó a su casa y ella no quiso hacer nada íntimo, pero aparentemente le dijo muchas cosas agradables y como ella se sintió atraída por él, terminó aceptando. Por la mañana, el chico la despertó de una manera muy brutal, ella le pidió que se mantuviera en calma, pero él la llamó p… y otras cosas feas y le pidió que se fuera”. ¿Su venganza? “Fue al baño y orinó en su cepillo de dientes”.


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