Lecciones que las abuelas heredan a sus nietas (además de su sazón) y les cambian la vida

Quienes tienen o tuvieron una importante conexión con sus abuelas, saben muy bien la huella que dejan en los corazones de sus nietos. En el caso de las mujeres, esta parece mucho más fuerte, pues, las une, además, el género.

En ese sentido, las abuelas marcan notoriamente una ruta para sus nietas. No se trata de una guía con pasos exactos de lo que sus descendientes deben hacer, sino de valiosas lecciones que sirven como brújula para el resto de sus vidas. Estas son algunas de ellas.

#1 La familia es lo más importante

Las matriarcas saben muy bien el valor de la familia y se lo transmiten a sus descendientes. No es una visión idealizada del clan o de perdonar cualquier acción solo porque la hizo algún pariente, sino de entender que, además de los lazos sanguíneos, los une el apoyo mutuo y los buenos momentos compartidos.

#2 Hacer tiempo para los demás

Las relaciones personales solamente se cultivan con tiempo y esfuerzo. Sin importar la carga de trabajo o el estrés del día a día, es vital tomarse unos minutos para conectar con otros (de preferencia, con un cafecito y pan de por medio).

#3 Un abrazo lo cambia todo

Un corazón roto, una pelea entre amigas, un problema en la escuela. No hay problema que pueda medirse contra el abrazo de una abuela. Si bien, este no soluciona la cuestión, sí reconforta y alivia el alma. Cualquiera que haya gozado de ese cálido remedio, ha sabido aplicarlo a su propia vida.

#4 No dejar que nada ni nadie te detenga

Las abuelas están hechas de roble, pues no hay situación adversa que las doblegue y saben sacar las garras cuando es necesario. Muchas de las mujeres fuertes de la actualidad lo son porque sus abuelas fueron su primer modelo.

#5 Enfrentar los problemas con la mejor actitud

Quizás la clave para lograr el punto anterior es llevar siempre una sonrisa. Las abuelas, mejor que nadie, han dominado el arte de enfrentar el día a día con ligereza, gracia y una actitud positiva.

#6 Cuidar lo que tienes

Remendar ropa vieja, regar plantas para que crezcan, pegar cosas que se hayan roto o darle mantenimiento a los aparatos no son solo actividades de la rutina diaria de las abuelas. En el fondo, es una lección sobre apreciar y procurar lo que tienes en tus manos. Y esto no se aplica sólo a objetos materiales, en las relaciones personales se mantiene la regla.

#7 Ayudar a los demás es invaluable

Las abuelas están al servicio de los demás. No se trata de poner las necesidades de todos antes de las tuyas, ni de convertirte en la empleada de la familia, sino de saber extender la mano cuando alguien lo necesita.

#8 Recordar siempre los orígenes

Las historias sobre el pueblo que las vio nacer, los familiares que ya no están o las personas que marcaron su vida no son gratuitas, son una lección sobre lo importante que es honrar las raíces.

#9 Disfrutar lo que otros no pudieron

Hay que admitir que muchas abuelas no contaron con las mismas oportunidades que sus nietas, ya sean económicas, de estudio o de libertad de decisión sobre su vida personal. Por ello, es común que les aconsejen a las jóvenes “aprovechar lo que ellas no tuvieron”. Esto, no solo nos hace valorar más ciertas cosas, también, en la medida de lo posible, nos invita a abrir otros espacios para que otros también puedan disfrutar de más oportunidades.