Si ya saben que soy impuntual, para qué me apuran: 10 cosas que los impuntuales odian que les digan

La impuntualidad resulta incomoda (y desesperante) tanto para quienes la viven como para quienes la padecen pues no está a discusión que este detallito puede representar un problema y traer serias consecuencias.

Sin embargo, en su defensa, muchos impuntuales aseguran que este hábito en muchas ocasiones se les sale de las manos, pues, aunque se esfuerzan siempre pasa algo que los hace llegar tarde a todos lados y es que para muchos el llegar a tiempo simplemente no está en sus genes.

Pero, aunque no fueron diseñados para la puntualidad, los que llegan tarde a todos lados también tiene corazón y sentimientos por lo que tienden a “odiar” algunas de estas cosas.

#1Te dicen que el horario de llegada es horas antes de la pactada

Son conscientes de su impuntualidad, pero tampoco es para que los citen a cualquier compromiso con dos horas de anticipación (pues de cualquier forma tampoco llegarán).

Su corazón se quiebra cuando alguno de los invitados le dice, por error, cuál es la hora real de la invitación.

#2 Que en los lugares públicos te digan "es como van llegando"

Leer o escuchar en los lugares públicos que la entrada será “como vayan llegando” representa momentos de angustia pues, de antemano, sabe que ser de los primeros en entrar, se quedará solo en un sueño. Ya te acostumbraste a ver en Internet el inicio de las películas.

#3 Todos te observan cuando llegas temprano a alguna cita, lugar u oficina

Todos los días recibe sermones sobre la importancia de puntualidad y cuando los astros se alinean para que por fin llegues a tiempo a cualquiera que sea el lugar, te reciben con miradas de sorpresa que pueden durar horas. ¡Qué incomodo! Además, te salen con comentarios como “vaya, hasta que llegas temprano”.

#4 Todos los días te dan un sermón diferente

No hay escusa que te salve de los regaños y cátedras sobre por qué es importante respetar la hora, los problemas que te puede traer la impuntualidad y la falta de respeto que representa. Por supuesto que son conscientes, esa persona, lo sabe, porque lo vive todos los días.

#5 No me molesta que seas impuntual, me molesta que no avises

Entre los regañones, siempre habrá uno que te dice que no le importa que llegues tarde, que lo que está mal es que no avises.

Cómo pretenden que avisen si a duras penas llegan completos a la cita, en el mejor de los casos con el teléfono en la bolsa. Además, de cargar con la pena de una cita más tardía.

#6 Ser juzgados

Por supuesto que son conscientes de la hora en que llegan y la presión que algunos sientes cuando van en camino a lo que presenten serán regaños y malas caras, aunado a los juicios que algunos emiten o preguntas como “¿Ya vas a llegar?”, pues si ya saben que no.

#7 La sensación de estrés antes de llegar al lugar pactado (tarde, por supuesto)

El dolor de estómago, manos sudadas, nervios y estrés en general que viven intentando, sin éxito, llegar a tiempo, tampoco son de sus sensaciones favoritas. Gajes de la impuntualidad, que le llaman.

#8 Que piensen que lo haces por hacerte el importante

Algunos piensan que el que llegues tarde a todos lados es solo una táctica para darte a desear, una especie de técnica para hacerte el importante de entre tu grupo de amigos o compañeros de trabajo. “Lo hace a propósito”.

#9 Que, por la prisa, siempre se te olvida algo

En el intento por no llegar tarde, una vez más, a algún compromiso, comienzan a acelerar motores y en ese intermedio puedes dejar en el camino, el teléfono, la cartera, las llaves, dejas la puerta abierta de tu casa, y si observas con atención, puedes traer hasta zapatos impares.

#10 Que los puntuales, lleguen aún más temprano de lo acordado

La presión aumenta cuando ves en el grupo de WhatsApp de tus amigos que los puntuales ya están en el lugar, como media hora antes de lo acordado, cuando tú apenas te estás saliendo de bañar. “Ya llegamos, ¿tardas?”, te escriben.