Desde hace años el poder de ser atractivos, llamar la atención y ser “deseados” por los demás ha sido un tema de estudio científico, así como de conversaciones y hasta polémicas, en donde se asegura que una persona puede atraer a otra de manera natural a través del olfato, mediante unas sustancias orgánicas llamadas feromonas.
Feromonas en los perfumes: ¿En verdad sirven?
Científicos debaten si con estas fragancias te hacen irresistible para los demás


Gracias a ello, a partir de la década de los 70 y 80 comenzó a circular la creencia que al incluir las feromonas en los perfumes se convertirían en una especie de “poción de amor” inmediata que elevaría las posibilidades de “conquistar” a quien fuera, aumentar los encuentros sexuales o simplemente que la persona amada hiciera caso.
Ante la efervescencia de esta situación, se abrieron debates en donde muchos científicos comenzaron con análisis, pruebas y teorías para validar o desmitificarlo.
Antes de continuar, debemos entender qué son esas sustancias llamadas feromonas.
¿Qué son las feromonas?
Son sustancias químicas secretadas por los seres vivos con la finalidad de provocar comportamientos específicos en otro individuo de la misma especie. Algunas plantas y animales la arrojan en su aroma para atraerse o rechazarse sexualmente.
El término se dio a finales de la década de 1950 por Peter Karlson y Martin Luscher, dos bioquímicos alemanes, que lo detectaron en los gusanos de seda.
A partir de ese momento comenzaron los análisis en otras especies como los ratones, abejas, hormigas y por supuesto, en los seres humanos en los cuales hasta la fecha aún no han sido concluyentes del todo de forma científica.
En una investigación publicada en la Royal Society Open Science se expusieron a dos esteroides que se suponen feromonas humanas: la androstenediona, que se encuentra en el sudor y el semen masculino y el estratetraenol, en la orina de las mujeres; sin embargo, no ha sido avalado por la comunidad científica.
Leigh Simmons, biólogo evolucionista, está convencido de que las feromonas humanas existen pero no han sido identificadas todavía. De igual forma, la neurocientífica Martha McClintock, de la Universidad de Chicago, es una firme defensora de ellas y además agrega que influyen en el cerebro.
Como no se puede demostrar en el humano, se han creado las fermononas sintéticas, las cuales son utilizadas comercialmente para los perfumes.

¿Sirven las feromonas en los perfumes como poder de atracción y seducción?
La primera vez que las feromonas aparecieron dentro de los perfumes fue la década de 1980 gracias a la doctora Winnifred Cutler, quien las sintetizó y presentó en los productos: Athena Pheromone 10X para mujer y Athena Pheromone 10:13 para el hombre, resultando todo un éxito en ventas.
Ante lo anterior, el Social Issues Research Centre (SIRC) en Oxford es enfático al señalar que no hay evidencia que el uso de una fragancia te vuelva más atractivo para los demás. Es más, si se llegara a demostrar su existencia ni siquiera funcionarían a todos de la misma manera ya que “no todas las feromonas humanas serían igual de atractivas”.
En el estudio realizado por el SIRC concluyó que “el uso diario de colonias de olor placentero mejora el humor de los hombres, aumentando la autoconfianza y su atractivo, incluso más que si usara un perfume con feromonas”.
Esto no excluye que se puedan usar olores, aromas de fragancias y esencias para agradar a la pareja o a la persona que te atrae sin que se trate como una “receta efectiva para enamorar”; sin embargo, la seguridad y personalidad de cada quien resultará más efectivo que cualquier otra cosa.