No es sopresa que William Levy sea uno de los homrbes más cotizados a nivel internacional, y es que además de su innegable atractivo, su carisma, personalidad y talento, hacen imposible no soñar con él.
William Levy: la cita romántica en París que casi lo deja 'en la ruina'
El actor recordó aquella vez que conquistar a una chica le salió caro


Aunque desde hace algunos meses el actor anunció su separación con Elizabeth Gutiérrez, también ha dicho que regresar al mundo de las 'citas' es algo que ha hecho con cuidado.
Esto debido a una desafortunada experiencia que recientemente compartió con un canal colombiano, en la que p or poco se queda 'en la ruina' al salir con una chica.
El protagonista de 'Café con aroma de mujer' explicó que luego de dejar su trabajo como constructor, decidió perseguir su sueño de ser artista y se dedicó a modelar.
"Los primeros tres meses me fueron bien y me fui a París", explicó el cubano agregando que en cuanto llegó a la llamada 'ciudad del amor' se flechó de una mujer "superguapa y muy hermosa".
Debido a que en ese momento se sentía "bastante solo", William decidió armarse de valor e invitar a la chica a salir a lo que parecía ser, una simple y ordinaria velada.
El en ese entonces modelo y la joven en cuestión fueron a cenar a un lujoso restaurante en París que William no conocía y, por tanto, del que no imaginaba cuan elevados eran los precios.
"Yo como mucho, soy muy comilón y los primeros platos que traían eran muy lindos, pero muy chiquititos, así que seguía pidiendo", narró el actor entre risas.
Ya imaginarás cómo terminó esto. Después de mucho comer y platicar, William pidió la cuenta y se llevó tremenda sorpresa. "Cuando vi tres mil dólares dije, '¿qué?'", recordó el actor de 'Sortilegio'. Así es, la 'inocente' cena para conocer a lo que él creía era su chica soñada, le costó alrededor de 60 mil pesos mexicanos.
Si bien, el famoso sí traía 4 mil dólares en el bolsillo -pero para sobrevivir todo el mes- éste sabía que su cita probablemente querría seguir la velada en algún otro bar o antro que le supondrían otro gasto, por lo que acudió a la 'vieja confiable'.
"Ella me decía: ‘¿De aquí a donde vamos?’, y yo: ‘A ningún lugar, tengo dolor de barriga’. Fue una locura”, dijo el actor buscando cualquier excusa para zafarse de la cita que, estaba seguro, lo dejaría casi en banca rota.
Después de ese fuerte e inesperado gasto, el cubano tuvo que vivir un viaje más austero, recurriendo a la pasta como su comida predilecta diaira, por ser accesible, llenadora y barata.
"Comí spaghettti hasta más no poder", finalizó el también productor, con tono divertido, admitiendo que pese al costo de esa noche, la relación con la misteriosa chica de París no prosperó.