En la vida sexual, nos encontraremos con prácticas diversas. Algunas más extrovertidas que otras, pero todas igualmente válidas. Un ejemplo de ellas es el llamado beso negro, también conocido como anilingus, pero, ¿qué es y cómo se hace?
Este método placentero consiste en la estimulación del ano de tu pareja. ¿Necesitas saber más? Pues sí, mediante la lengua o los labios, acción que provoca un inmenso gusto a quien lo recibe. Y es que, esta zona del cuerpo cuenta con miles de terminales nerviosas. Y ¡ojo! es tanto para mujeres como para hombres.
Este sistema siempre se ha visto envuelto en un tabú social. Se le ha asociado exclusivamente a parejas homosexuales, y esto es completamente falso. Es más, un hombre heterosexual es capaz de sentir un placer superior al experimentar un beso negro.
Es importante platicarlo con tu pareja antes de decidir probar esta idea. Pregunta si está de acuerdo en hacerlo. Y si a respuesta es sí, entonces, empieza estimulando sus glúteos con tus manos, dedos y partes de su cuerpo.
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Posteriormente, usa la lengua y los labios. En un beso de estas características se vale de todo (menos mordidas, por favor). Puedes juguetear por los bordes del orifico con la lengua, introducirla (lo cual provoca un éxtasis inmenso) o rozar tus labios a su alrededor.
¿Es peligroso practicar el beso negro?
Para practicar el beso negro es fundamental la higiene ya que al ser una práctica sexual sin protección, corres el riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual, así que trata de hacer con tu pareja (estable) y bueno, un baño completo antes de realizarlo tampoco es mala idea.
Que no te cuenten, para saber lo que es un beso negro, hay que experimentarlo. ¿Te animas?