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Consejos para ayudar a alguien cercano que podría tener un trastorno alimenticio

Información para este Día de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria
Publicado 30 Nov 2021 – 02:36 PM ESTActualizado 30 Nov 2021 – 04:48 PM EST
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Sad teen complaining about her body weight Crédito: AntonioGuillem/Getty Images/iStockphoto

Vivimos en un mundo en el que, desafortunadamente, nos han dicho que nuestro cuerpo debe ser de cierta (idealizada y utópica) manera. Nos han hecho creer que un cuerpo esbelto es sinónimo de perfección y que, por el contrario, todo lo que se salga de ese 90-60-90 deja de ser atractivo, bonito o aceptado.

Esto ha hecho que muchísimas personas, motivados por la ansiedad, el estrés y la presión social, sufran Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y que hoy se encuentren inmersas en un oscuro calvario en el que las calorías dominan sus vidas y que tanto su consumo, ya sea en exceso o nulo, (según sea el caso), amenace su salud física y mental.

Hoy, 30 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, por lo que, en caso de que conozcas a alguien que está pasando por esto, te dejamos algunos consejos que organizaciones y asociaciones especializadas en el tema han compartido para orientar a quienes buscan acompañar a sus queridos.

1) Aprende todo lo que puedas sobre trastornos alimentarios
Lee libros, artículos o ve videos de fuentes confiables que te ayuden a conocer a profundidad las causantes de cada trastorno. Esto te ayudará a tener mayor tacto y noción de lo que ocurre con tu ser querido.

2) Habla con esa persona y hazlo en privado
Si bien, es recomendable externarle tus preocupaciones en torno a su bienestar en lugar de evadirlo, asegúrate de que sea alguien con quien, primero, exista la confianza para hacerlo y, segundo, que cuando lo hagas sea en un ambiente de privacidad, seguro y en el que no corran prisas.

3) Antes de hablar con esa persona, ensaya lo que quieres decir
Esto puede ayudarte a reducir la ansiedad y estructurar tus ideas para que al hablar del tema con él o ella, sea desde una posición de comprensión, apoyo y empatía.

4) Concéntrate en los comportamientos que tú has observado personalmente
Cuando señalas lo que a ti te consta y lo haces con un tono suave en el que se demuestre tu preocupación en lugar de que parezca que lo estás acusando o regañando, esto ayuda a que la persona reciba mejor la información. Cambia el “¡no comes nada!” por un “me preocupa que ya no cenas nunca con nosotros", y cosas del estilo.

5) Sé cariñoso, pero firme
Preocuparte por esa persona no significa que debas de ser laxo y permisivo. Es decir, si tu ser querido te dice “te prometo que ya comeré pero no le digas a nadie” no caigas, pues esa dinámica de reglas, promesas y expectativas lleva a una manipulación que le impide hacerse responsable de sus acciones y, por tanto, mejorar.


6) Escúchalo y no lo juzgues
Debes estar atento a todo lo que tu ser querido tiene que decir para no asumir nada. No lo hagas sentir culpable por esto ni te enfoques en decirle todo lo que ha hecho mal o lo enfermo que se ve físicamente; háblale desde un lugar de mucho respeto, teniéndole paciencia y haciéndole saber que en una sociedad que se rige por juicios, tú eres apoyo.

7) Ayúdalo a deshacerse del estigma
Recuérdale a esa persona que no es vergonzoso admitir que lucha con un trastorno alimentario u otro problema de salud mental, pues existen personas a las que se les diagnostican estos problemas y muchas de ellas se recuperan. No tiene por qué avergonzarle batallar por encontrar una solución, al contrario, hazle saber que eso lo hace increíblemente valiente.

8) Prepárate para reacciones negativas
Aunque algunas personas que padecen trastornos alimentarios se alegran de que alguien se haya dado cuenta de que están enfrentado tal monstruo, otras pueden enojarse, ponerse a la defensiva y volverse hostiles, insistiendo en que eres tú quien tiene un problema por “ver cosas que no son”. Son respuestas normales, pero no dejes que eso te haga quitar el dedo del renglón.

9) Anímalo a buscar ayuda profesional
Muchas personas que padecen TCA necesitan ayuda profesional para mejorar. Ofrécete a ayudarla a encontrar un médico o terapeuta -si no tiene uno- haciéndole entender que es la única manera de salir adelante. Recibir un tratamiento eficaz y oportuno aumenta drásticamente las posibilidades de recuperación de una persona.

10) Inclúyelos en actividades sociales
No los segregues, por el contrario, invítalos a seguir formando parte de actividades interactivas (de preferencia que no incluyan comida para que no se sienta incómodo). Puede ser ver una película, jugar un juego, dar un paseo, etc.

Si crees que tú o alguien cercano a ti necesita ayuda profesional más específica sobre el tema, no dudes en pedirla. Recuerda que informarse y atreverse a dar ese ‘incómodo’ pero necesario paso de hablar de frente las cosas, puede cambiar y salvar vidas.


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