Asiste a tu yo. Dedícate palabras amorosas, porque lo que hagas por tu niño interior se proyecta en tu exterior. Eleva tu seguridad para que regrese multiplicado.
Asiste a tu yo. Dedícate palabras amorosas, porque lo que hagas por tu niño interior se proyecta en tu exterior. Eleva tu seguridad para que regrese multiplicado.