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En fotos: Un recorrido por los looks más coloridos y vibrantes de la reina Isabel II
La monarca acaparó las páginas de las revistas de moda más importantes por sus arriesgados conjuntos
Por:
Liliana Carmona H.
Con sus atuendos glamurosos, la reina Isabel II de Inglaterra llamó la atención de los especialistas de la moda de todo el mundo a lo largo de su vida, en especial por hacer a un lado los tonos tradicionales y optar por un look con abrigos, trajes y vestidos coloridos y vibrantes. Claro, sin dejar de lado la elegancia y sobriedad.
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Cuando pactaba una participación en actos públicos, el guardarropa de la Reina se planeaba con un mes de anticipación, y, en ocasiones, hasta seis meses antes. Todas las piezas tenían que ser aprobadas por ella y de su completo gusto, ya que revisaba bocetos, colores y telas. Tras su sensible fallecimiento, reconocemos la huella que la monarca dejó en la alta costura y hacemos un repaso por los atuendos que nos impactaron.
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De la mano del diseñador inglés Karl-Ludwig Rehse (uno de los tres modistos privados de la monarca), quien visitó desde 1988 a Isabel II, se alejó de los tonos beige, negros y grises para usar colores más vibrantes como el púrpura, rosa chillón, azul aguamarina, amarillo sol o el rojo sangre.
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En 1975, la reina Isabel II, en compañía del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, saludó a las personas que se dieron cita en Tokio, Japón, durante una caravana. Usó un conjunto rojo y blanco y un sombrero del mismo tono que resaltó drásticamente, a diferencia de los colores negros y grises que la mayoría de los espectadores usaron aquel día.
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En octubre de 1992, la Reina cruzó la Puerta de Brandenburgo, durante el tercer día de su visita a Alemania, e impactó con su elegancia al portar un traje sastre en color violeta y un sombrero púrpura. Según Univisión, era "mandatorio" que la Reina llevara un sombrero si se alejaba del Palacio, "pues es la personificación casual de su corona y solo cuando está dentro de la Casa Real puede darse la libertad de no llevarlo".
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La Reina optó por un look azul rey (un color que en la vestimenta denota tranquilidad, confianza y lealtad) acompañado de una bolsa y guantes negros, así como de un exótico sombrero para acudir a la Iglesia de Windsor, en abril de 1993.
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En marzo de 1994, Isabel II lució un vestido amarillo con estampados, el cual combinó con un sombrero del mismo color y un collar de perlas durante su encuentro con niñas exploradoras jamaiquinas durante una parada en un parque de Kingston.
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El rojo también fue uno de los colores que usó con frecuencia. Para la apertura de una nueva pasarela en el Hay's Galleria, al sur de Londres, en noviembre de 1994, la Reina portó un abrigo de ese color, al igual que el sombrero, además de usar un prendedor a la altura de su hombro izquierdo. De acuerdo con lo que expuso la psicóloga Lara Ferreiro al diario ABC, este es un color que "representa el calor, la llama o la fuerza, y está asociado a personas con mucha estimulación y valentía".
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Isabel II, quien optó por un abrigo azul cielo, al igual que su sombrero, y Paul McCartney apreciaron la actuación de un grupo de estudiantes en el Instituto de Artes Escénicas de Liverpool en junio de 1996.
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Para la confirmación del príncipe William en la Capilla de San Jorge, la Reina usó un modelo verde (un color que normalmente refleja armonía) de mangas largas y discretos tacones negros, en compañía de su familia, en marzo de 1997. De acuerdo con Univisión, "los colores fuertes que usaba en su sombrero, sus abrigos y sus trajes de faldas rectas lograban que ella siguiera siendo la más visible y reconocible de todo el grupo".
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El color naranja no podía faltar en su armario, por ello la Reina Isabel II optó por un abrigo y sombrero de ese tono para su llegada al palacio de Buckingham en 1997.
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Para la boda de los duques de Sussex, la reina Isabel II usó un abrigo color verde limón, así como su sombrero, completando su look con joyería, guantes blancos y una bolsa negra en mayo de 2018. Recordemos que se caracterizaba por usar perlas y bolsos de mano pequeños.
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En septiembre de 2019, la Reina fue captada tras asistir a la iglesia, cerca de Balmoral, donde combinó a la perfección un abrigo, vestido y sobrero en tonos lila, demostrando que sabía llevar los atuendos monocromáticos a la perfección.
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Además de sus abrigos, sombreros y trajes, sus sombrillas fueron diseñadas para concordar con cada uno de sus conjuntos, por ello los paraguas eran estratégicamente transparentes, para que su rostro fuera visible en todo momento, a pesar de la lluvia.
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No cabe duda que la Reina Isabel II destacó, además por su gran reinado, por su peculiar y elegante estilo que siempre recordaremos a pesar de su partida. ¡Descanse en paz!
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