El arresto de Pablo Lyle por homicidio involuntario no solo cambió su vida, también la de su familia y seres queridos, quienes no lo han dejado de apoyar durante su proceso legal.
Esposa de Pablo Lyle cuenta lo difícil que fue "sobrevivir" tras el arresto del actor
"¿Ahora de qué vamos a vivir?" fue uno de los primeros cuestionamientos que Ana Araujo se hizo cuando Pablo fue acusado de homicidio involuntario.
Recientemente Ana Araujo, esposa del actor, habló como nunca antes sobre el proceso de aceptación que enfrentó tras los problemas de Pablo que comenzaron el 31 de marzo de 2019 cuando golpeó a Juan Hernández, quien murió días después.
La preocupación más grande que tuvo fue el bienestar de sus hijos, por lo que se reinventó para salir adelante, algo que no fue sencillo, según narró en 'Cada Quien El Podcast'.
En un segundo se desvaneció la vida familia de Ana Araujo
La empresaria reconoció lo difícil que fue aceptar que su vida ya no sería la misma, pues el núcleo familiar se había perdido con el arresto de Pablo Lyle.
"Veníamos de un viaje familiar, pasa un suceso y mi vida cambia de repente. Lo que me costó mucho aceptar es que a partir de ese suceso mi familia dejó de ser para siempre eso que éramos, en ese viaje", narró.
"Ya nunca volvimos a vivir juntos todos, ya nunca pudimos estar tranquilos juntos todos, nos embarcamos en una situación distinta de la vida. Yo lloraba porque cuando yo veía los viajes de las familias viajando, como que yo decía: 'Yo tenía eso, ya nunca más va a volver a ser'", se sinceró.
Señaló lo importante que fue contar con el soporte de sus seres queridos: "Cuando yo me quedo sin nada y nada más con mis hijos y digo: '¿Ahora de qué vamos a vivir?, ¿cómo les doy de comer?'. Algo muy importante para mí fue el apoyo familiar, amigos, toda la gente que te está apoyando en tu nuevo comienzo para mí es como bien importante y fue la clave", confesó.
La nueva vida de Ana Araujo como empresaria
Ana entendió y aceptó que tenía que continuar su vida para sacar adelante a sus dos hijos, Aranza y Mauro, por lo cual se puso manos a la obra y se convirtió en empresaria, una meta que tenía desde hace tiempo.
"En cuanto aprendí a aceptar que eso ya no iba a ser para mí fue cuando empecé a poder voltear a ver, dejar de ver para atrás lo que tenía y voltear a ver enfrente, ver un mundo de posibilidades y nuevas maneras de ser, de vivir, de experimentar y ver todas estas nuevas bondades que ya había para mí en este nuevo camino", reconoció en la charla.
Fue entonces que emprendió un negocio de postres saludables y donas veganas: " Me ha costado tanto trabajo crecerlo y sobrevivir de él, ahorita que me presentaron como empresaria dije: 'Es mi sueño ser empresaria', sueño con ser esa persona, me ha costado un montón porque donde pones tu energía es donde va a ir ese crecimiento" y reconoció que no ha sido fácil mantenerlo a flote.
Dejó claro que todos sus esfuerzos son por el bienestar de Mauro y Aranza: "Mi energía está puesta en mis hijos, mi dinero está puesto en mis hijos, en su felicidad, en su tranquilidad, en su bienestar, en su salud mental", sentenció en el podcast.
Han pasado más de cuatro años del trágico incidente que separó a Pablo Lyle de su familia, ahora cumple una condena de cinco años en la cárcel, luego de enfrentar un juicio mediático por el delito de homicidio involuntario.