Geraldine Bazán no se guarda nada al decir cómo se lleva Irina con sus hijas: “Hubo un par de cosas ahí”
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Geraldine Bazán reveló que existe un intermediario entre ella y su ex Gabriel Soto para tratar las cosas de sus hijas porque después de su separación decidió no tener comunicación con él.
La actriz confesó también en pleno programa en vivo cómo se llevan sus hijas Elissa y Miranda, de 15 y 10 años, con Irina Baeva.
Geraldine Bazán no se guarda nada al hablar de Gabriel Soto e Irina Baeva
Con apenas una semana dentro de un reality show, Geraldine Bazán se ha confesado sobre cómo es actualmente su relación con Gabriel Soto a seis años de su separación.
Al ser cuestionada sobre si “se lleva bien” con Gabriel Soto, la actriz respondió que sí “pero la verdad es que yo decidí no tener comunicación con él y todo lo que tengo que ver con él se lo comunicó a su asistente".
La estrella de melodramas como ‘Corona de lágrimas 2’ reveló si habla con sus hijas sobre la relación que mantienen con Irina Baeva, actual pareja de Gabriel Soto, aclarando que no les pide que “no le hablen”.
"Al principio sí les preguntaba porque estaban más chiquitas, un poco cómo las tratan, hubo un par de cosas ahí. Ahorita ya están más grandes, ya tampoco me gusta ponerlas en esa disyuntiva de… (¿no le hablen?), no, no cero... de que se sientan presionadas”, aclaró.
Bazán compartió parte de la conversación que tuvo con sus hijas respecto a su trato con la actriz de origen ruso dejando entrever que “de repente sí hay cosas”, pero que “ahí apelo a que su papá tenga...".
"Yo nada más les dije 'niñas aquí estoy, ustedes ya están grandes, saben perfectamente cómo se sienten tiene toda la confianza de venir a decirme o decirle a su papá si alguien las trata mal, si alguien les hace una grosería, yo no les voy a estar preguntando” destacó.
Geraldine habla de lo mal que la pasaron sus hijas con su separación
La actriz, de 41 años, dijo que lo mediático de su divorcio complicó más esta etapa para sus hijas quienes a tan temprana edad (10 y 5 años) tuvieron que enfrentar el asedio de la prensa.
"Al principio fue bien difícil para ellas, públicamente, la prensa no respetaba que yo estuviera con las niñas" dijo, "No sé, no debe ser cómodo (tampoco para Gabriel), pero a mí era a la que le pasaban más cosas así con las niñas pues siempre estaban conmigo", compartió.