Lucero revela si se mudará con su novio cuando sus hijos, Lucerito y José Manuel, se vayan de casa
Lucero se sincera y revela si está lista para que los hijos que tuvo con Manuel Mijares dejen el nido; además, reveló si cuando esto suceda ella se mudará por fin con su eterno enamorado, su novio Michel Kuri.
La cantante, quien está por regresar a la actuación junto a José Ron en la serie de ViX, 'El Gallo de Oro', declaró que el momento para que sus hijos se vayan de casa aún parece estar lejos, por lo que el tema de vivir junto a su pareja es un tema que no han puesto sobre la mesa.
"No sé si algún día mi novio y yo vivamos juntos o lo decidamos, porque ya no están los chavos o ellos se fueron a hacer sus vidas, pero estamos felices así y tenemos una relación increíble... todavía falta y ya iremos viendo", compartió en entrevista con TVNotas. "Nuestra relación es tan linda, sana y sencilla, sin problemas, ni ataduras, ni obligaciones. Nuestro amor es porque nos amamos y día a día crece, y vamos de la mano en nuestro camino juntos”.
Sobre el momento en el que sus hijos deban seguir su camino lejos de casa, Lucero destacó que es un proceso natural de la vida y aunque existirá el añoro, la intérprete se siente segura de poder adaptarse y velar por su propia vida.
“No me da miedo que mis hijos vayan a volar y se vayan a vivir solos, porque es normal y todos lo hemos hecho, todos hemos salido de nuestros hogares en algún momento para casarnos, para trabajar, para ir a vivir solos o buscar algo diferente. Es una ley de vida y siento que tengo la capacidad de poder tener una vida también yo misma, sin que ellos estén todo el tiempo a mi lado. Evidentemente se les extrañará mucho y ojalá falte bastante para que se vayan”, dijo.
Lucero se mostró orgullosa de los dos seres humanos que ha formado describiendo a Lucerito Mijares, de 18 años, y a José Manuel, de 21, como unos hijos "sensacionales en todos los aspectos".
Respecto a cómo es como mamá, la intérprete de 'El Privilegio de Amar' se describió como cercana, consentidora y hasta medio barco.
"Una amiga me dice que soy ‘trasatlántico’, y digo: ‘Ay, no sé qué tan bueno sea eso’, pero por fortuna no les ha afectado, no son niños juniors, ni odiosos, y en ningún momento dicen nombres para impresionar; si se pueden ahorrar que son ‘hijos de’, se lo ahorran", contó.