Muere Andrés García a los 81 años

El mundo del espectáculo se vuelve a pintar de luto con la muerte del primer actor Andrés García, quien falleció este martes 4 de abril a los 81 años de edad. La noticia fue confirmada por Anahí a través de sus redes sociales, donde la cantante se despidió de quien consideraba como un segundo padre.

"No encuentro las palabras… Le doy gracias a Dios por haberme dado el regalo de tu cariño. Sé que ya estás en un lugar mejor. Te voy a querer y recordar toda mi vida con todo mi corazón, mi adorado Andrés", escribió la integrante de RBD.

Mientras que en sus historias de Instagram, además de dedicarle la canción ‘Te puedo escuchar’, su hija en 'Mujeres engañadas' anotó: “Estás en un universo mucho más feliz. Te voy a querer por siempre con todo mi corazón”.

Minutos después llegó el comunicado oficial de su viuda Margarita Portillo, quien aseguró que la salud del histrión comenzó a complicarse desde el domingo 2 de abril, día en que se le practicó una transfusión de sangre.

“El mismo domingo regresamos a casa, pero su cuerpecito ya estaba muy cansado. Recibió la extremaunción el día lunes, 3 de abril, estando yo a su lado, así como mi hermana y su enfermero. Permanecí a su lado cuidándolo y queriéndolo hasta su último suspiro”, contó.

Asimismo, indicó que el protagonista de ‘El privilegio de amar’ y ‘Mujeres engañadas’ “se fue en paz” a las 15:07 horas en su casa ubicada en Acapulco, Guerrero.

Andrés García fue diagnosticado con cirrosis hepática en 2022 a consecuencia de los excesos y el consumo de alcohol, así como de otras sustancias a lo largo de su vida.

Además, de esta enfermedad, el histrión padecía osteoartritis y fibromialgia, las cuales le provocaban fuertes dolores en todo el cuerpo.

¿Quién fue Andrés García?

Genio y figura… es el dicho que mejor retrata la vida de García, uno de los histriones más emblemáticos del cine hispanoamericano de los años 1970 y 1980, y quien nos conquistó con su galanura y carácter.

‘Chanoc’ marcó su debut actoral en el séptimo arte, donde llegó con 25 años de edad para dar vida al famoso personaje creado por Martín de Lucenay en 1959 y en el que sumó más de cien títulos entre los que destacan El triángulo diabólico de las Bermudas, El jinete de la muerte, La leyenda del tambor y por supuesto, Pedro Navajas, en la que fue director, productor, escritor y actor.

El ser bien parecido no siempre funciona en el mundo de la actuación, consideraba García, quien en innumerables ocasiones fue cuestionado sobre si su éxito en pantalla correspondía a sus aptitudes en esta profesión o a su apariencia física.

“Yo creo que soy más actor que guapo, para quien quiera considerar que uno es guapo. Es cuestión de personalidad y criterios en el aspecto actoral, lo que pasa es que lo guapo normalmente no ayuda en el negocio del cine, parece que sí, pero no”, dijo en entrevista con Gustavo Adolfo Infante.

Pupilo de Manolo Fábregas y Enrique Rambal, Andrés García logró vencer los prejuicios que, decía, relacionaban la belleza con la falta de talento y se posicionó como una de las figuras emblemáticas de los rodajes en las décadas de los 70 y 80.

Incursionó también como director, y aunque no consideraba las telenovelas como el plato fuerte de su trayectoria, también fue consentido del televidente con su actuación en Velo de novia, Las gemelas, Paloma, Mi nombre es Coraje, Herencia maldita, Con toda el alma, Mujeres engañadas, El privilegio de amar y la última en el listado El cuerpo del deseo.

En sus más de cinco décadas de carrera, Andrés García actuó en series como Hay alguien ahí, El Pantera, Los simuladores, Al filo de la ley y Hospital Central, además de obras de teatro como Perfume de Gardenias, Tres parejas disparejas y Aventurera.

El presagio de su partida

"Ya empieza uno a pensar en cómo será la salida…”, dijo García, quien padecía fibromialgia y osteoartritis, en una de las tantas entrevistas que ofreció en 2020, a punto de cumplir 80 años, en las que habló de la muerte y de su estado de salud.

“Estoy en la recta final de mi vida, considerando los años y achaques que tengo. Trato de sobrevivirlos, porque tengo dolores muy fuertes por los golpes de la vida y peleas que he llevado”, reveló a TVyNovelas.

En la misma línea que trató en los últimos años, el reconocido actor compartió, desde su emblemática casa en Acapulco, cómo vislumbraba su partida, lo que esperaba de la muerte que, según él, tenía una fecha límite entre la mayoría de las personas.

"Ochenta años son muchos años, todo el mundo se muere entre los 70 y los 80 y me ha tocado seguir todavía. Yo quisiera una salida bonita, pero en ese caso no es cómo uno quiera sino cuando Dios quiera. Me gustaría una salida cómoda, si es posible sin dolor, hay gente que les da dormidos, sería maravilloso, un regalo de Dios”, declaró en un programa de espectáculos.

De no ser así, dijo, preferiría disputar su vida en un duelo: “Yo se lo he propuesto a varios cabrones, no han aceptado, pero quizá por ahí encuentro uno que sí acepte. Si te toca un (tiro) de muerte ahí te quedas sin dolor”.

Epitafio no habría porque quería que sus cenizas fueran arrojadas al mar, al mar de Acapulco, puerto en el que vivió por años y que le recordaba a su infancia en República Dominicana. Pero de haber una inscripción que acompañara su partida, dijo, sería: “ Ayer se murió un buen hombre, se murió Andrés García”.

El Consentido de Dios

A lo largo de su vida, Andrés García sorteó una y otra vez a la muerte. En propia voz, el actor narró en ‘En compañía de…’ una a una las veces que estuvo al borde de la muerte: "Me han querido matar como cuatro veces, con balazos de verdad", rememoró luego de hacer mención de la batalla contra el cáncer de próstata del que salió victorioso.

Incluso logró librar una mordida de tiburón “me agarró la aleta y se la llevó”, contó en la misma emisión. En 2016, por ejemplo, aseguró en el programa Hoy que fue deshuesado. Le dijeron que le quedaban seis meses de vida; las pastillas para mejorar el mal humor que había consumido durante 30 años lo estaban matando.

“Me estoy recuperando, estaba muy mal porque como tengo anemia que me tocó de las pastillas que me tomé hace ya como 30 años, que me provocaron leucemia, salí de la leucemia, pero me dejo una anemia severa, por eso no me podían operar de la espalda, me hicieron 6 transfusiones”, reveló al matutino en aquellos años.

Fueron tantas las veces que Andrés García vio su suerte que inmortalizó sus anécdotas en un libro titulado “El consentido de Dios”.

El mismo año, su ya lastimada columna, se vio seriamente afectada, casi el 95 por ciento de su cuerpo sufrió parálisis luego del accidente automovilístico que sufrió. Las lesiones lo llevaron a una cirugía de ocho horas para colocarle tornillos en la espalda.

Los dolores, confesó a 'Un Nuevo Día' en 2019, eran tan fuertes que no podían compararse ni siquiera con el cáncer o las quimioterapias. La posibilidad de que las secuelas le impidieran caminar con normalidad lo hicieron pensar también en el suicidio.

"Es muy cabrón, si no puedo componer esto pues yo me voy por la puerta de un paso al otro mundo: una muerte asistida. Sería la forma más elegante de hacerlo".

Un símbolo sexual

Andrés García fue un casanova, con su físico parecía casi imposible que alguna mujer lo rechazara, sin embargo, las hubo. Por eso él no se fiaba y siempre tenía bajo la manga la táctica que un amigo francés le aconsejó: “Hazlas reír”.

“Tenía toda la razón del mundo. Hacerlas sentir bien, hacerlas reír”, dijo el galán en 2019 a Montse y Joe cuando lo cuestionaron sobre su fórmula secreta de conquista.

Y vaya que le funcionó pues a lo largo de su vida fueron muchas las mujeres que lo acompañaron, algunas sólo una noche, pero otras como sus cuatro esposas, Sandra Vale, Sonia Infante, Marie Claire y Margarita, se quedaron clavadas en su corazón.

"Yo me enamoré varias veces verdaderamente, dicen que no se puede, yo sí pude. Me enamoré fácil, diez, once veces profundamente”, dijo a Suelta la sopa en 2017.

La pandemia que azotó al mundo en el 2020 terminó con su último matrimonio, con Margarita Portillo. Se separaron, pero, dijo a un programa de espectáculos, ella no quiso divorciarse.

¿Un símbolo sexual? También lo fue y sin darse cuenta, dijo en la misma charla con 'Suelta la sopa'. Según Andrés, ni enterado estaba de las leyendas que llevaban su nombre y el número de horas que duraba en el acto, incluso, creyó, que fue la modelo Carmen Campuzano quien ayudó a alimentarla.

"Esas fueron historias de amor y sexo. Ella (Carmen Campuzano) contribuyó a esa leyenda porque declaró en algún momento que hacía el amor por nueve horas conmigo".

Genio y figura… En 2020, recién separado de Margarita, Andrés García ya tenía en mente a la mujer con la que quería vivir un nuevo amor: joven, de piernas largas y claro, con buen humor, para sobrellevar la pandemia, decía.

"Quisiera encontrar un nuevo amor, antes de irme, pero con esto de la pandemia no lo veo fácil, pero tomaría el riesgo si me gusta mucho la muchacha. A mí me gustaría que anduviera por los 30, pero por la edad que yo tengo debo conformarme con alguien de 40, bella, de piernas largas y que tenga sentido del humor”.

La famosa bombita

Tras superar el cáncer de próstata, la erección y los orgasmos en su cuerpo se vieron mermados, un grave problema para un hombre tan promiscuo, como él mismo se describió en el programa 'En compañía de…'. El implante de pene, la famosa 'bombita', fue la solución para ambos inconvenientes.

“La bombita es una maravilla, una suerte para toda la gente que tiene cáncer en la próstata que se va quedando sin poder tener erección, cuando te curas del cáncer te queman y al quemarte, cinco años después, te quedas sin orgasmo", explicó.

En mayo de 2020 reiteró el uso y funcionamiento de ‘la bombita’ la cual en su tiempo llegó a cambiarla hasta tres veces. “Claro (que la hago funcionar). De hecho, yo me hago análisis cada tres meses de la hemoglobina y curiosamente el máximo de testosterona es 10, yo voy a cumplir 80 años y me sigue saliendo 8.7 o sea que gracias a Dios todavía hay con qué".

Andrés, Leonardo, Andrea García y… (¿sus 18 hijos?)

Cuatro fueron los hijos biológicos que Andrés García tuvo —y reconoció— en su vida, aunque los rumores apuntaban a que su descendencia corría por los genes de 18 personas.

Y a decir por las veces que habló de ello, él tampoco lo tenía muy claro: “Deja hacer cálculo, Andrecito, Leonardo, Andrea y Michelle son cuatro y una que me salió hace tres años, pero no me he hecho ADN, de los otros sí”, dijo a Gustavo Adolfo Infante.

Los rumores, atribuyó, se darían porque adoptó a algunos de los hijos de las mujeres con las que estuvo. Aunque a Andresito, hijo de Margarita, también quería que llevara su apellido, incluso, los veían como uno de sus herederos.

La relación con sus hijos mayores la solía describir como ‘rara’ a veces, tal vez, hasta intermitente o nula, pues en septiembre de 2020 aseguró que llevaba mucho tiempo sin saber de Andrea: “Yo creo que ella no quiere aparecer, ella tiene unas amistades muy raras (...) Pero si ella es feliz así pues déjenla que sea feliz. No voy pelear con ella, ya está grande”, declaró en el programa Hoy.

Quizá se debía al carácter explosivo característico de los García o a que ellos sabían cuando se necesitaban: “Mis hijos son muy independientes, ellos hacen su vida, yo hago la mía y cuando se les ocurre vienen, a lo mejor pasa un año, pasan dos y tan tan, porque son de espíritu inquieto".

Andrés García fue muy claro al hablar de sus bienes y herencia: vendería todo y no dejaría nada y no por llevar una mala relación con sus hijos, sino porque no tenían ninguna necesidad económica.

“Andresito tiene su vida en Miami y no viene a México. Leonardo tiene sus departamentos y sus propiedades y a veces hasta le cuesta trabajo mantenerlas y cuidarlas entonces no lo necesitan. Yo tengo pensado venderlo todo”.

Pero fueron muchas las muestras de afecto que Leonardo y Andrea expresaron por su papá: "Amo a mi papá, soy su fan número uno que lo admiro, que es único, no nada más como celebridad sino como persona, que ha sido un gran padre, un gran abuelo", dijo la también actriz en 2016 a 'Un nuevo día'.

¡Descanse en paz, Andrés García!