Razones por las que no me gustan los gatos y muchos entenderán

Los michis son adorables pero algunos los prefieren de lejitos, argumentando puntos con los que probablemente te identifique.

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Por:
Paulina Flores.
Lindsey estaba desesperada: su gato no quería pasar tiempo con ella y, en cambio, estaba enamorado de su esposo, Drew. La solución que encontró fue poco común y un tanto... velluda.
Video Esta mujer se "dejó" la barba para que su gato la quisiera: su historia es divertidísima

En una era en la que tener hijos ha dejado de ser para mucho, incluso, un plan a mediano y largo plazo, los perrhijos y gathijos está ocupando, en muchos casos, el nivel de importancia y vínculo emocional en las familias de ahora.

Pero no todo es tan fácil como se lee pues equivalen a la misma responsabilidad y aunque ambas opciones de animal de compañía parecen adorables, hay quieres con el solo leer la palabra gato les provoca una sensación de escalofrío.

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Y es que, por más cualidades de independencia, tolerancia a la soledad y sus pocas o nulas ganas de salir de casa, hay argumentos de valor (con todo respeto) con los que, sin duda, se identificarán quienes no son amantes de estos mininos.

#1. Creen que sus dueños son sus esclavos

Básicamente parece que los cuidadores están al servicio y mando de estos pequeños felinos, que con solo una mirada tienen a sus cuatro patas lo que piden.

Creen que sus dueños son sus esclavos.
Creen que sus dueños son sus esclavos.
Imagen Getty Images

#2. Intimidan con la mirada

Los ojos de los gatos pueden aparecer en cualquier momento (en el menos o más oportuno) sin moverse, sin la mínima expresión que parecen juzgar cada movimiento de quien lo cuida.

Intimidan con la mirada.
Intimidan con la mirada.
Imagen MIGUEL MEDINA / Getty Images

#3. Mordidas

Así, sin más, aparecen de entre la nada y, algunos, pueden darte la bienvenida con una mordidita (que, dicen, puede ser señal de que no te quieren cerca).

Mordidas.
Mordidas.
Imagen Lauren DeCicca/Getty Images

#4. Arañazos

Y bueno del temor que muchos tienen a ser arañados, ni hablamos. Porque, además, muchos argumentan, pueden causar enfermedades.

#5. ¿Alergias?

El pelo de gato también puede ser usado como pretexto para quererlos, pero de lejitos.

¿Alergias?
¿Alergias?
Imagen JOSEPH PREZIOSO/AFP via Getty Images

#6. Impredecibles

Su poca expresión facial y hasta corporal pueden mantener a todo aquel con el que se encuentre con la incertidumbre-miedo sobre cómo será su reacción.

#7. Misteriosos

Puede desaparecer de la vista de sus cuidadores por horas, como si en algún lugar de casa hubieran construido un búnker en el que guardan el armamento necesario como para desaparecer al mundo entero.

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#8. Amos y dueños de todo

Algunos se pasean por absolutamente todos los espacios de la casa, estés o no en su camino, lo mismo caminan por tu cabeza como por los platos con comida.

Amos y dueños de todo.
Amos y dueños de todo.
Imagen SAM PANTHAKY/Getty Images

#9. ¿Huele a gato?

Los quejumbrosos de los gatos tienen entre sus mejores cartas bajo la manga para defender su postura ante los gatos lovers, el famosos y olor a gato, que aseguran, puede detectarse a kilómetros.

¿Huele a gato?
¿Huele a gato?
Imagen RAUL ARBOLEDA/Getty Images

#10. Difícil entrenamiento

Para alguien que no puede mantener una rutina consigo mismo, mucho más difícil será adiestrar a un ser que cree que es el que manda en casa, así que, seguramente, tendría que lidiar con sillones arañados y más.

¿Difícil entrenamiento?
¿Difícil entrenamiento?
Imagen ISAAC LAWRENCE/Getty Images