Marcos Montero participa en el dicho Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía, que representa un reto para él como actor, el cual afronta con mucha alegría.
¡Marcos Montero se convierte en tratante de blancas!
Marcos Montero te habla sobre el reto que representa interpretar a un tratante de blancas en Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía

"El personaje tiene unos matices padrísimos, tiene un par de sorpresitas por ahí, que realmente es como un ejecutivo, pero tiene su lado chueco y feo ¿no? Entonces, está padre porque hay que jugarle. (...) Metimos un par de detalles, como que le metimos un puro al personaje, yo no fumo, entonces eso es un reto, hacer que se vea verdadero, exquisito. (...) El mensaje está padrísimo porque mucha gente se aprovecha de la belleza o de la ignorancia de mucha gente, entonces este tipo se aprovecha de una chavita que está muy ilusionada de ganar un concurso de belleza y desgraciadamente se topa con una red de trata de blancas", compartió.
El histrión confesó algunas de sus experiencias personales sobre la desconfianza.
"Soy una persona muy sensible a las víboras, como que hay veces que llega una persona y te hace un comentario y dices: 'Ay, Dios, le creo o no le creo', yo soy muy desconfiado, la verdad, pero muchas veces creo que son malas personas y no, son bellísimas. Sí ando muy a las vivas", explicó.
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