Siempre hay un camino

Alejandro y Karina son hermanos, él tiene 17 y ella 11 años de edad y son acusados de violación.

Dinorah, madre de ambos chicos, no puede creer que sus hijos sean capaces de tal atrocidad, Alejandro dice ser inocente pero Karina revelará algo monstruoso y terrible que sufría a manos de su hermano y que terminaron sufriendo también sus amigas, Doris, Jimena y Edith, quienes serán las víctimas de una mente enferma pero siempre hay un camino que les dará una luz de esperanza para salir y superar el trauma que te deja una herida.