Un adiós no es para siempre

Toñito es un niño dulce, amable, amoroso, tierno y que está enamorado de Adriana, ambos son apenas unos niños cuando se enamoran. Lucrecia, mamá de Adriana, tiene problemas con Iván, su esposo, debido a que él la engaña, así que opta por irse lejos con su hija por temor a que se la quite.

Pasan los años y Lucrecia ha influenciado a Adriana, para que utilice a los hombres ya que, para ella, todos son iguales. Adriana se reencuentra con Toñito, quien no la ha olvidado y sigue amándola, pero Adriana se muestra fría e indiferente, actitud que podría hacerla perder al amor de su vida.