Es hijo único y principal heredero de la fábrica de pastas que, gracias a su visión y trabajo, ha llegado a expandirse dentro y fuera del país.
La paternidad le llegó por partida doble con el nacimiento de los mellizos Mía y Federico. A partir de entonces, Damián encontró en su hogar y su familia la plenitud de la vida
Al paso del tiempo Damián comenzó a sentirse aburrido con la rutina y la estabilidad que había logrado. Nunca dejó de querer a su esposa, Raquel, pero el hambre de aventura y de adrenalina, le despiertan nuevas inquietudes.
Cuando conoce a los Alvarado, Damián encuentra en la pareja una nueva aventura, Caro y Santiago, diez años más jóvenes, se vuelven fuente de energía renovable.
Desde el instante en que la conoce, Damián queda impresionado por Carolina; y, lo que él supuso que sería una aventura pasajera, se convierte en algo vital y confuso pues para él, Raquel es el amor de su vida, la compañera con la que se veía al final del camino. Damián, a pesar de la confusión, traiciona no sólo sus principios sino también a su esposa, quien hasta el día del accidente creía que tenía un esposo ejemplar.