Maura

Sin estudios formales, Maura se embarazó de Angelito cuando tenía veinte años y empezaba una carrera con ánimo de “mientras me caso”.

Se casó por lo civil cuando nació Lucía y se divorció cuando conoció a Salazar, el médico que atendió a Angelito cuando creyeron que estaba sufriendo un infarto.

De su matrimonio con Salazar nació Marina, su segunda hija y la luz de sus ojos. A primera vista pareciera que Maura prefiere a Marina, pero en realidad ama a sus dos hijas.

Cree que ser grosera y decir las cosas como las piensa es una virtud, y no tiene idea de cuanto daño hace con su “honestidad”. Particularmente a Lucía, a quien ha hecho sentir el patito feo, pero mucho tiene que ver con que se ve reflejada en ella, y piensa todo lo que sus “defectos” la hacían sufrir: no quiere que le pase lo mismo a Lucía.

Como buena madre mexicana se victimiza cada vez que puede, pero ama vivir en el conflicto. En el fondo -y a veces no tanto- le gusta ser el centro de atención.

Ama apostar en compañía de Alondra, su mejor amiga. No llega a ludópata, pero en su vida diaria suele decir “te apuesto lo que quieras” … Y esa frasecita va a provocarle efectos no previstos.