Inés

Inés es la madre de Santiago

23659551_10155454827945141_2890528274727425316_n.jpg
Por:
Santiago Mobarak.
Diana Bovio, en su debut en las telenovelas, es "Bárbara", la exitosa dueña de una exclusiva boutique que deberá huir por culpa de su marido.
Antonio Fortier, en su primer papel estelar, interpreta a "Jero", un exnovio y viejo amor de "Bárbara" que está comprometido con "Gloria".
Blanca Guerra regresa a las telenovelas como "Matilde", la madre de "Bárbara" que desaparece del pueblo para convertirse en monja.
"Coqui" (Irán Castillo) es la hermana de "Bárbara". Es maestra, apostadora y presidenta de la Liga de la Decencia.
Regina Orozco da vida a "Lola", amiga de "Bárbara" que también tendrá que huir de la justicia.
Grettell Valdez es "Gloria", la prometida de "Jero" y la mismísima alcaldesa de Santa Prudencia.
"Eli" es la hija de "Bárbara". También huye con su madre a Santa Bárbara, donde se enamorará de "Benigno".
La querida Ana Martin es "Inés", una de las habitantes de Santa Prudencia que se impacta con el regreso de "Bárbara". Es un poco mocha y un poco alcohólica.
Mauricio Isaac interpreta a "Félix", un jardinero que se fue a buscar fortuna a Estados Unidos y que regresa a Santa Prudencia para conseguir la presidencia municipal.
"Odaya" (Raquel Becerra) es la amiga y socia de "Bárbara" en Santa Prudencia.
"Bosco de Agostini" (Albi de Abreu) es el esposo de "Bárbara". Un fayuquero que la incrimina en sus malos negocios.
1 / 11
Diana Bovio, en su debut en las telenovelas, es "Bárbara", la exitosa dueña de una exclusiva boutique que deberá huir por culpa de su marido.
Imagen Televisa

En el pasado, Inés ha tenido varios episodios de alcoholismo, enfermedad con la que todavía lidia.

PUBLICIDAD

Al comienzo es muy recatada y apretada. Compite con Coqui por la Presidencia de la Liga de la Decencia.

Nadie se salva de “Los pecados de Bárbara”, gran estreno 6 de enero por Las Estrellas.
Video El que esté libre de pecado, ¡que tire la primera piedra!

Redescubre la libertad y la alegría de vivir cuando entra al chip. Desde entonces empieza a relajarse, pero sin dejar de lado su actitud soberbia y dominante.