El Naam Yoga purifica la energía de la CDMX desde el Zócalo
[vod id="434888" width="" height="" autoplay="0"] Con el fin de sanar la energía del mundo, especialmente la de México (tras el temblor del 19S) el doctor Joseph Michael Levry, fundador del Naam Yoga, ofreció una clase multitudinaria en el Zócalo de la CDMX.
Más de 5 mil personas, según autoridades en el lugar, se dieron cita desde las 7:00 horas para estar lo más cerca posible del impartidor, quien reconoció tener un lazo profundo con el país y su centro histórico.
“Estoy agradecido, conmovido y sin habla ante la recepción de la gente. Desde antes de empezar, la energía que desprende esta parte de la ciudad es abrumadora.
“Por eso estoy complacido de poder dar una clase en este lugar. Es lo que buscamos quienes practicamos esta disciplina, para que la sanación y la buena energía se esparza por todos lados”, señaló Levry, en exclusiva para Televisa Digital.
Desde que arrancó el evento, en punto de las 8:50 horas, quedó en claro la fuerza que el doctor imponía entre sus seguidores.
Cuando apareció en escena, cientos de gritos se elevaron entre las personas congregadas: hombres y mujeres de todas las edades, algunos acompañados de niños, incluso.
Lo primero que hizo el impartidor fue hacer que repicara por toda la Plaza de la Constitución el mantra “OM”, palabra sagrada para las religiones dhármicas (hinduísmo y budismo) que encierra el concepto del Universo entero.
Y antes de arrancarse con los ejercicios de respiración, calentamiento y movimientos especiales para fortalecer el corazón y la columna vertebral, el doctor Joseph Michael Levry pidió a todos levantar el puño.
Esto para recordar a quienes perdieron la vida en el terremoto del 19 de septiembre. Tras un silencio breve, los aplausos llovieron entre los participantes.
“Queremos deshacernos del miedo y la inseguridad; y que reine la esperanza y la paz. Ésa es la razón por la que estamos todos aquí, interconectados con la naturaleza y el prójimo.
“El Naam Yoga va más allá del yoga, pues reconoce la espiritualidad como un instrumento para un bien mayor, para ayudarte a ti mismo y a otros más. Incluso para traer tranquilidad e inspiración”, agregó su autor.
Hubo dos momentos climáticos durante la “master class”. El primero, cuando el doctor permitió que varios niños se le acercaran en el escenario.
Y el segundo llegó cuando acabó el acto, a las 10:30 horas. De inmediato, bajó del escenario para estar cerca del público.
“Dios lo bendiga, doctor”, “Lo amamos” y otros gritos más elevó Levry a su paso.