Anécdotas de terror de trabajos tóxicos: laborar sin paga, no tener descanso y otras torturas

En Internet abundan las historias de terror de empleos, que nada tienen que ver con fantasmas o espíritus rondando en la oficina, sino con vivos que parecen no tener alma, como el de un hombre que fue despedido por grabar tiktoks en horario laboral.

Las que te contamos a continuación, demuestran los extremos a los que pueden llegar los empleadores.

Usuarios de redes sociales contaron sus peores experiencias en el trabajo

El 9 de marzo del 2022, el usuario ‘OsoPandito’ pidió en Twitter que otros usuarios compartieran sus anécdotas con “los peores jefes” con los que habían podido trabajar. Las respuestas fueron de lo más aterradoras.

“Trabajaba en un local de ropa de 9 a 19 (horas) y solo podía ir al baño 2 veces al día. Y comer en 10 minutos”, relató una internauta identificada como Luciana. Eso, más bien parece explotación moderna.

No sería un trabajo tóxico si no tuvieras que pelear con uñas y garras por que se respeten tus derechos laborales. ‘@comoarbolcone’ contó que, en una ocasión, una jefa la “quería convencer” de que se llevara su computadora de vacaciones para seguir trabajando en lo que debería ser su descanso. ¿Su argumento? “Te conectas un ratito, ves que pasa y sigues con tus vacaciones”. Afortunadamente renunció, como aclaró en su tweet.

‘@negrovillero’ contó que en una ocasión trabajó 10 horas seguidas y al día siguiente regresó temprano a la oficina para terminar los pendientes. Cuando la dueña de la empresa lo vio, no lo mandó a descansar a su casa ni le dio un bono de productividad, por el contrario, le reclamó por haberse “escapado” un día antes: “este trabajo es ‘full life’”, le dijo.

En Facebook también se hicieron presentes algunos casos parecidos. La página ‘Solo en México’ compartió la captura de pantalla de un mensaje que un supervisor habría mandado a sus empleados: “Buenas noticias, chicos, hoy habrá una tormenta eléctrica, por eso los invitamos a seguir trabajando 1 hora más en lo que pasa la tempestad”. No encontramos “bueno” de ese mensaje.

‘Raccoon Rm’ recordó cuando un 10 de mayo ampliaron el tiempo de “lonche” en la bodega de manzanas en la que trabajaba. En vez de media hora, duró 1 hora y 15 minutos. Lo hicieron para festejar a las madres trabajadoras, lo que parecía una buena idea, pero, llegada la hora de salida, se percató de que no se anunciaba el fin de la jornada. Cuando le preguntó a la supervisora a qué se debía, ella le respondió que “estaban reponiendo el tiempo de la fiesta”. Él, que ni siquiera formó parte del festejo y llevaba 12 horas trabajando, prefirió regresar a su casa.

Un usuario llamado Emmanuel contó que otro ‘clásico’ de las empresas con malas prácticas es realizar simulacros de desastres naturales (comúnmente, el 19 de septiembre, en recuerdo de dos sismos en México), invitar a sus trabajadores a “seguir las indicaciones de sus coordinadores de brigada” para que, al final del día, se “reponga” el tiempo destinado a esta actividad de prevención.

En los casos más extremos, no solamente no les pagan las horas extras, sino que los insultan por trabajar de más.

Otro trabajo consiste en trabajar 16 horas seguidas por una muy mala paga. Desde ya nos lamentamos por quien termine con ese empleo.

Pero los empleos más terroríficos son los que no solo consumen tu tiempo sin una paga justa, también pueden atentar contra tu salud y humanidad. ¿No lo crees? En el hilo de Twitter citado previamente hay varios testimonios que te pondrán los pelos de punta.

Hablando de poca consideración y empatía, el usuario ‘@anxiousevildog’ relató que “a una compañera le dio una trombosis en pleno laburo y la de RRHH la subió a un taxi y la mandó sola” al hospital.

Tristemente, parece que las historias de quienes estuvieron a punto de dejar la vida en el empleo son más comunes, pues ‘@juls2113’, recordó cuando “fue a sacarse sangre”, pero el procedimiento le provocó un desmayo. En pleno incidente, su jefe no paraba de llamarle por teléfono: “Desde el suelo y semiinconsciente lo tuve que atender (...) Le dije lo que me había pasado y me respondió ‘apúrate, que te necesito’”. Eso sí es inhumano.

De igual manera, una enfermera llamada Sabrina contó que en una ocasión tuvo “una crisis nerviosa en el horario de visita de la UTI (unidad de terapia intensiva)” y la única reacción de su supervisora fue darle un medicamento y pedirle que siguiera trabajando “porque no tenía con quién cubrirme”.