Los días de quincena, para muchos, es como estar entre el cielo y el infierno, pues las 24 horas anteriores al pago de nomina puede que en el refrigerador solo quede el limón viejo y la lechuga que compraste para iniciar la dieta que nunca hiciste y bueno en la cuenta de banco seguramente quedan algunos centavos que no completan ni el peso.
Memes para quienes esperan con ansias la quincena (porque ya se gastaron todo su dinero)
Solo un ‘Godín’ de hueso colorado sabe lo que significan las 24 horas anteriores a que el pago de la quincena llegue a sus manos.

Las 24 horas posteriores te sientes más rico y poderoso que ‘Don Camerino, magnate hombre de negocios, dueño de media Ciudad Peluche’, dispuesto a darle propina a todos los viene, viene, donar los pesos en el super y darse sus gustitos gastronómicos, pero, entre el pago de la renta y el despilfarro, las horas de gloria duran poco y la miseria se apodera una vez más de tu economía, por el nulo interés en aplicarse con las finanzas personales.
Si estás en las 24 horas previas, resiste a que tu celular avise que ya cayó la quincena y deja de revisar la aplicación de tu banco o visitar al cajero cada 15 minutos para corroborar que por tu cuenta solo se pasean un par de moscas.
#1. Sobre advertencia, no hay engaño
Has pasado por esta disyuntiva muchas veces, cada quincena, y aunque tu vocecita sonsacadora te diga que te compres lo que quieres, pues “para eso trabajas”, también acuérdate de las penas que pasas los 14 días después del tarjetazo.

#2. Quincenas largas
Las tienes identificadas, marcadas en el calendario en lugar que el día de tu aniversario y es que en estas la agonía aumenta y si cae en fin de semana más porque tienes que esperar más al pago. Resiste, sabemos que puedes sobrevivir con la comida congelada que, por cierto, te trajiste de casa de tu mamá.

#3. ¡Que no han depositado!
El número de visitas que hagas al cajero no se traducirán en dinero, así que por más que vayas no aparecerá el pago.

#4. La esperanza muere al último
Nada cuesta soñar que tienes tu cuenta de banco llenita… porque si costara pues no te alcanzaría ni para eso.

#5. Para qué la espero… si ya la debo
Hay quienes ya tienen perdidas las esperanzas y ni se preocupan por la llegada de la quincena pues saben que básicamente el dinero estará de visita en sus carteras pues, así como llegue se irá a pagar todas las deudas.

#6. Cobranza y promesa
No queda de otra más que sacar tu instinto de supervivencia y anticiparte a tus prestamistas (casi siempre tu madre), prometiendo que (ahora sí) la otra quincena le regresas lo que te prestó.

#7. Pago para no generar intereses
Ante la escasez de sueldo, la tarjeta de crédito se convierte en tu mejor amiga, aunque el siguiente corte se transforme en tu verdugo.

#8. La plegaria
Durante el tiempo que te dura la quincena, la filosofía sobre el ateísmo se vuelve protagonista en todas las pláticas, ¡ah! Pero qué tal las 24 horas antes del pago, elevas al cielo todos los rezos posibles.

#9. La falsa promesa
Con tus pagos al corriente, y un guardadito, prometes, juras que esta quincena sí ahorrarás; bueno, hasta un tutorial sobre administración en finanzas personas te echas, aunque muy dentro de ti sabes que no lo
cumplirás.

#10. De vuelta al juego
El día llegó, el dinero está en la bolsa, ¿podrás cumplir tu promesa de ahorro? ¿tu sueldo llegará a la próxima quincena? “No lo sé Rick parece falso”.
