10 verdades que sólo quienes han vivido la crisis de los 30 entenderán (ya te dicen señor o señora)

Dar el salto de los 20 a los 30, como todo en la vida, puede no es fácil porque, según todo el mundo, al que, por cierto, nadie le preguntó, ya deberías estar cumpliendo (o en camino a) las metas profesionales, personales y hasta sentimentales que, muchos, ingenuamente se plantearon en los 20.

Y es que, los 20, básicamente, se traducen en la década en la que se sienten inmortal, capaz de comerse al mundo a mordidas, quieren ser y (pueden) hacer de todo, algunos llegan a la chamba, frescos, como si nada, luego de apenas haber dormido 15 minutos después de una fiesta (en lunes), atrevimiento que se paga con creces a los 30.

Cumplir 30 se nota, pues es como si mágicamente, 24 horas después del día de cumpleaños a todos les hubieran avisado, todos tuvieran alarma con la autorización para poder preguntar por hijos, por la economía, patrimonio y hasta por la salud del festejado.

Bueno, si a los 30 aún no estás pensando en hijos, hay de dos: o te felicitan o te condenan. Hay mujeres a las que su familia incluso les ofrece todos sus ahorros para pagarles el tratamiento con un especialista, pues dan por hecho que sí quieren tener hijos, pero no pueden. ¡Ni siquiera les pasa por la cabeza que esa chica no desea tener hijos!

Aquí 10 cosas que solo los treintañeros entenderán

#1. “Señora, señor”

Es el momento justo en el que dejas de ser tú para convertirte en “señora, señor”, incluso para los de 20. Tratar de explicar a todos que no estás taaan grande, es una batalla perdida.

#2. Los achaques

Sí, como en las series, en casi todos, los dolores musculares, el rechinar de articulaciones y las molestias estomacales (por la intolerancia a casi todos los alimentos) se vuelven una constante.

#3. ¿Para cuándo los hijos?

O sea, hay mucho que ni pareja tienen (porque así lo decidieron), y en cada reunión familiar el tema sobre su descendencia se convierte hasta en debate, que si ya es hora, que si más grande un embarazo se vuelve delicado, que quién te va a cuidar cuando sean viejos, que a quién heredarán, que parecerán más abuelo que su papá de las criaturas.

#4. Chavorruco

Ante las exigencias para cumplir con expectativas que, en muchos casos, pueden no ser suyas, comienza una lucha interna en búsqueda de su identidad en la que se cuestiona si la manera de vestir es la correcta, si es momento de dejar los tenis y comprar calzado cómodo para gente mayor o si la música clásica ya debería predominar en su playlist.

#5. Adiós despertadores

Sí, ya eres de los que se despierta temprano hasta en fin de semana sin necesidad de programar alarmas.

#6. Sermones de papá

En las reuniones se cachan hablando con los sobrinos o con cualquiera que esté más joven sermoneando como su papá sobre los peligros de la vida, las metas y dando consejo de estabilidad emocional y económica que, aún no logran a los 30.

#7. ¿Antro o cama?

Cada fin de semana se someten a un debate interno sobre si ir al antro con los amigos y pasar el resto del fin de semana en recuperación o ver por quinta vez su serie favorita: casi siempre la segunda gana.

#8. La música

En cada reunión las cátedras sobre lo que en sus tiempos era buena música, termina por cansar a algunos de los presentes y por fin les dejan el control de lo que se escucha. No siempre resulta buena idea pues se dan cuenta que casi nadie reacciona a tu elección de playlist.

#9. Cambios físicos

Además de los dolores por todo, notan canas en el cabello y, para algunos, se convierte en la peor de las tragedias, buscando soluciones en shampoos y ya en últimas pues en tintes.

#10. Vida fit

Para muchos es momento de ponerse en forma, porque si no se les va el tren. Es el momento crucial entre darlo por perdido o ponerse como los influencers en redes sociales. La realidad es que las lechugas se hacen viejas en el refrigerador y los famosos aparatos para ejercicio de los infomerciales se convierten en el mejor perchero.