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Oficina

No adjuntar un archivo en un mail y otras 11 desgracias que los Godínez entenderán

La vida de los Godínez es tan única que tiene sus propias tragedias: estas son algunas de las que ha vivido cualquier oficinista.
Publicado 16 Oct 2023 – 12:08 PM EDTActualizado 16 Oct 2023 – 12:08 PM EDT
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En México, los oficinistas dejaron de serlo para convertirse en Godínez. Su presencia y sus experiencias son tales que este apellido pasó a ser la manera en la que se les conoce comúnmente.

Pero esa no es la única manera en la que se identifican: tienen su propio lenguaje (con frases únicas) y viven situaciones únicas. Las siguientes, más bien, son tragedias que todo Godín se ha enfrentado en su lugar de trabajo.

#1 No adjuntar los archivos en un mail

Explicaste una situación con una claridad y precisión nunca antes vista. Le agradeciste de antemano a la persona a la que le enviaste el correo y cerraste con saludos cordiales. Todo, con un notorio estilo profesional. El único detalle es que no adjuntaste los archivos en cuestión, ¡qué pena!

#2 Olvidar tus audífonos

Son el instrumento que te permite sobrevivir más de 8 horas fuera de tu casa. Son tan importantes que, salir sin ellos se parece más a ir desnudo por la calle. No te queda más remedio que enfrentar el transporte público sin un programa de radio o ‘podcast’ y tener que escuchar a tus compañeros de oficina durante toda la jornada laboral.

#3 Olvidar tu lonchera

Igual de trágico que el punto anterior. ¡Tanto empeño que pusiste en hacer tu comida un día anterior para que se haya quedado sobre la mesa de tu casa!

Esta situación es peor si ya es finales de quincena y no te queda mucho dinero para comprar algo más.

#4 Quedarte sin café

¿Cómo espera el mundo que reacciones a cada una de tus tareas sin siquiera un sorbito de este líquido vital? Si todavía te queda algo de quincena, podrás comprarte tu propio café en algún establecimiento cerca de la oficina, pero nunca tendrá el mismo sabor que el que preparas en tu casa o en la cafetera del despacho.

#5 Equivocarte de conversación en WhatsApp

Un meme te dio demasiada risa y lo compartiste con un grupo de WhatsApp. Le respondiste a tu ‘amorcito’ con las palabras más acarameladas que conoces. O, quizás, le escribiste fúrico a tu vecina molesta. Solo que no prestaste la suficiente atención y, en realidad, enviaste el mensaje al grupo de WhatsApp de tu trabajo y, ahora, todos tus compañeros están al tanto de tus intimidades. Da gracias de que, cuando menos, no hablaste mal de uno de ellos.

#6 Hablar mal de tu jefe y que te escuche

Igualito que como le pasaba a ‘El Chavo del 8’ con ‘el profesor Jirafales’, solo que, en tu caso, quien te escuchó fue quien decide si mantienes tu puesto de trabajo o el encargado de asignarte una mayor carga de trabajo.

#7 Caerle mal a alguien del área de contaduría

Al final de cuentas, ellos son quienes aprueban tu nómina, así como el pago de cualquier posible bono o liquidación, por lo que nadie quiere caer de su gracia.

#8 Explotar (por accidente) el microondas

Finalmente llega tu turno de calentar tu comida y tomarte un ‘break’ de un día tan estresante. Sin embargo, no haces bien tus cálculos y tu ‘tupper’ termina por ensuciar todo el microondas del comedor. Ahora tienes que pasar tu hora de comida limpiando el interior.

Cuando menos, agradece que no fue un corto circuito que afectó toda la instalación de luz de la oficina.

#9 Ensuciar tu ropa

La hora feliz (de la comida) puede convertirse en toda una desgracia si no eres lo suficientemente cuidadoso. Una mancha de sopa, salsa o grasa en tu camisa se verá poco profesional y, en algunos casos, será la causal de una llamada de atención de tu jefe. Peor aún, si esto sucede antes de una junta importante o reunión con un cliente.

#10 Perder las credenciales o llaves

Lo terrorífico de esta situación dependerá de cómo sea la situación en tu oficina. Si cada quien tiene un gafete que da el acceso a las instalaciones, lo peor que puedes esperar es que te cobren por la reposición y que seas conocido como el más olvidadizo del lugar. Pero, si tú eres el responsable de las llaves, lo más probable es que te lleves un fuerte regaño.

#11 Que se descomponga la impresora

Toda la vida de los Godínez parece girar alrededor de este aparato. Su carrera profesional empieza como ayudantes de fotocopias y, una vez instalados en el lugar de trabajo, solamente se paran de su lugar para recoger una impresión. Los días buenos son en los que la máquina no dio problemas, mientras que los malos, en los que el papel quedó atorado y pasaron horas intentando reparar la situación.

#12 Que se retrase la quincena

Se sabe que el día más feliz de cualquier Godín es en el que cae el pago. Por eso, no hay mayor tragedia que, por cualquier motivo, no llegue puntualmente el 15 o 30 de cada mes. Ahí es cuando los trabajadores del área de contaduría temen al resto de la empresa.

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