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Hablar en arameo antiguo y otras cosas vergonzosas que haces al pasarte de copas (di no al exceso)

Si cuando menos una vez en la vida se te han pasado las copas en una fiesta, seguramente has sido el protagonista de una de estas anécdotas.
Publicado 10 Oct 2023 – 03:16 PM EDTActualizado 10 Oct 2023 – 03:16 PM EDT
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El alcohol nos saca de nosotros mismos. No es que cada fin de semana te refugies en una botella (sabes decir ‘no’ cuando es necesario), pero, las ocasiones en las que se te han pasado las copas, seguramente has terminado en una de estas situaciones. Y si eres el amigo que no toma, lo más probable es que los demás te hayan hecho reír con una de estas anécdotas (y, claro, tú eres el único que tiene las fotos y recuerdos claros de la noche anterior para burlarte sin piedad de ellos).

#1 Hablar en 'arameo antiguo'

Si los espíritus que tomaste te llaman a conversar sin parar, seguro que llega el momento en que se te barren tanto las palabras que, más bien, parece que estás presumiendo tu nivel de arameo antiguo.

También puede que sientas unas extrañas ganas de hablar en inglés u otro idioma en el que, cuando estás completamente sobrio, apenas y puedes formar una oración.

#2 Caerte

Nada dice ‘me excedí un poquito’ como terminar en el piso por accidente. Que si las escaleras ‘se movieron’, tus zapatos te traicionaron o el piso te desbalanceó… ninguna excusa te salvará de ser la burla de tus amigos la mañana siguiente. Cuando menos, agradece que ninguna foto de tu caída sea publicada en Internet.

#3 Publicar cosas extrañas en redes sociales

Tienes que olvidarte del celular en el momento en el que te sientes un poquito ‘feliz’. Esa es la regla que todo el mundo debería aplicar, pero que, en ocasiones, se nos olvida y nos hace que publiquemos estados como “jijijaja”, “bbwisjwhbw” o subamos historias con un aspecto fatal. Qué pena con las tías.

#4 Quedarte dormido en casa de tu nuevo amigo

En la fiesta conociste a alguien se convirtió en tu nuevo ‘compa’: compartieron risas, bailaron, se preguntaron el significado de la vida y juraron volver a verse la siguiente semana para repetir tal travesía. Con lo que ninguno de los dos contaba es que el ambiente sería tan bueno que tú terminarías dormido en el sillón de su casa.

Qué miedo cuando despiertas y no reconoces el lugar, pero más vergüenza te da cuando tu nuevo amigo te tiene que ver sin bañar, con la ropa de la noche anterior y te da consejos de cómo evitar la cruda.

#5 Contarle tus problemas a un extraño

Decides tomar para olvidar cierto desamor, una pelea con tus amigas o el estrés del trabajo. Grave error, pues, pronto te das cuenta de que ese tema, en realidad, será el que reine toda tu noche. Por más que intentes no pensar en ello, terminas hablándolo con cualquiera que esté dispuesto a escucharte, lo cual significa que tu paño de lágrimas es una chica que te encuentre llorando en el baño o alguien que solo iba por una copa a la barra.

#6 Creer que encontraste al amor de tu vida

Apenas y le hablas a tu ‘crush’ o estás en las primeras citas con una persona, pero, tomaste una gota extra de alcohol y el susodicho se convierte en el ‘príncipe azul’ que cumple con todas tus expectativas del amor. Cuando te das cuenta de esto, pasas la noche entera afirmándole a tus amigos que “este sí es el bueno”. O, peor aún, te animas a mandarle un mensaje larguísimo declarándole tus intenciones de formar una familia a su lado.

#7 Llamarle a tu ex

En cuestiones románticas, el alcohol también te puede hacer mirar hacia el pasado y caer en lo que prometiste que nunca harías: contactar a tu ex. Si te va bien, la situación quedó en un mensaje expresándole lo mucho que lo extrañas o que lamentas haberlo perdido, pero, si realmente te humillaste, hasta le juraste que habías cambiado y le rogaste que regresaran. La mañana siguiente te darás cuenta de tu grave error.

#8 Hablar contigo frente al espejo del baño

Ya sientes el alcohol hacer efecto en tu organismo, vas al baño a refrescarte y terminas pasando media hora frente al espejo. ¿La razón? Tuviste una conversación muy profunda contigo mismo cuestionando todas tus decisiones de vida o convenciéndote de lo genial que eres. Mientras tanto, una enorme fila de personas ruegan porque desocupes el lugar.

#9 Enseñar de más

El alcohol te llevó a inhibirte de todo: ya hablaste tus traumas de la infancia con un extraño, le declaraste tu amor a alguien que apenas conoces y todo el mundo vio tus ‘mejores’ pasos de baile, ¿qué más queda? Enseñar un poquito de piel, ya quitados de toda pena.

Ya sea que se te haya subido la falda al perrear o que se haya bajado tu playera en una marometa para demostrar tus habilidades circenses, alguien en la borrachera vio más de lo que debía.

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