Las calabazas de Halloween tienen un origen antiguo y macabro: te contamos su historia
El Halloween y las calabazas van de la mano. En la noche más terrorífica del año (y desde semanas anteriores), las hortalizas naranjas iluminan las calles y se hacen presentes en diferentes adornos.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué se usan estas en la Noche de Brujas? Te contamos la historia.
Historia de la calabaza de Halloween
Aunque la imagen más popular remite a las calabazas de Halloween con la tradición estadounidense, en realidad nació del folclor irlandés.
De acuerdo con National Geographic, la costumbre de tallar rostros en frutos o vegetales viene desde las las culturas célticas europeas:
También se cree que se usan para ‘espantar’ o ahuyentar espíritus malignos.
Esta práctica, según Merriam-Webster, se hacía aún más presente en Samhain, una festividad celta que se celebraba la noche del 31 de octubre y el día del 1 de noviembre y que marcaba el fin de la temporada de cosecha y la bajada de los rebaños a los pastos invernales. Se consideraba que este día se difuminaba la barrera entre el mundo humano y espiritual y, para confundir a los espíritus, usaban máscaras, disfraces y los vegetales con caras talladas.
Con el paso de los años, la tradición se mantuvo, pero con modificaciones y nuevos mitos.
The Irish Times relata que en el siglo XVIII se popularizó la leyenda de ‘Stingy Jack’, un herrero que hizo un trato con el diablo, pero no cumplió con su parte (los detalles específicos suelen cambiar según quien la cuente la historia). Al morir, no pudo entrar ni al cielo ni al infierno y su alma fue condenada a deambular por el mundo humano el resto de la eternidad. El demonio se ‘apiadó’ de él y le dio una llama del inframundo para que pudiera encender lámparas en su camino.
A decir del diario, debido a esta historia se le dio el nombre de ‘jack-o'-lantern’ a los frutos de caras talladas que se iluminan en Halloween.
Sin embargo, no fue sino hasta los siglos XIX y XX que se adaptaron las calabazas a la tradición. Esto, como consecuencia de la migración irlandesa a Estados Unidos. En las tierras norteamericanas, encontraron que estas hortalizas eran mucho más abundantes que los nabos o papás de su lugar de origen, además de que eran más fáciles de manipular, por lo que hicieron sus esculturas en estas.
Con el paso del tiempo, las calabazas se popularizaron en Norteamérica hasta convertirse en una de las imágenes más representativas del Halloween.
¿Ya sabías la historia de las calabazas que se decoran en Halloween? Cuéntanos en los comentarios si te pareció interesante.