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Lo que no verás en pantalla: Así se vivieron las grabaciones de La Usurpadora en la Riviera Maya

Sandra Echeverría y Juan Martín Jáuregui viajaron a Playa del Carmen a rodar las escenas de su romance prohibido
Publicado 4 Jun 2019 – 05:42 PM EDTActualizado 4 Jun 2019 – 05:43 PM EDT
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Así disfruta Sandra Echeverría de las playas mexicanas

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Sandra Echeverría, luciendo peluca roja y labios sensuales, camina por los amplios pasillos de un exclusivo hotel de Mayakoba, Riviera Maya, ocultándose de los rayos de sol, rumbo al camión que la llevará a la locación para grabar escenas de Paola, la antagonista de La Usurpadora.

Acaba de salir de maquillaje. Es el segundo día de grabaciones en el paradisíaco destino mexicano. Se topa en su andar con Juan Martín Jáuregui, quien da vida a Gonzalo en la historia, el amante de Paola. Ambos suben al vehículo.

Ella se nota algo cansada, han sido largos días de grabación, pero no es más sino llevar la conversación a su nuevo reto actoral, el de interpretar a una mujer que tiene una gemela en uno de los melodramas más emblemáticos de México y su rostro de inmediato cambia.

Uno de los personajes que interpreta Sandra Echeverría tiene acento colombiano, el otro mexicano y solo ese juego de acentos ya le representa todo un reto a una actriz: "Tengo que estar jugando con eso porque una está tratando de ser la otra”, confiesa la actriz que ha disfrutado ser al mismo tiempo la buena y la mala del cuento. “¡De todo nos ha tocado hacer aquí! Escenas con gritos, con diferente acento, con matanzas, con sexo”.

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Estas son las primeras escenas de La Usurpadora, mira el avance aquí


Podría parecer difícil hablar con diferentes acentos y dar vida a dos personajes, pero Sandra lo ve como un divertido reto y una gran experiencia como actriz.

"Lo padre de esta carrera es que te puedes meter en la piel del personaje y entender sus motivaciones, su forma de ser, su carácter", asegura mientras confiesa también ser más fan de la villana que de la protagonista, sobre todo, por los matices del personaje. "Amo la mala. Creo que nunca había hecho a una mujer con tanta locura, de ser capaz de perder los estribos, de aventarse y todo".

Y aunque Paola pueda ser una mujer capaz de cualquier cosa, Sandra no ve a las gemelas como si una fueran la encarnación de la bondad y de la maldad. "Creo que son dos personas que crecieron en circunstancias diferentes, por lo mismo es que reaccionan y están afectadas emocionalmente de diferentes formas".

Sandra está agradecida y emocionada por participar en La Usurpadora y destaca que el gran trabajo que se está haciendo en esta producción es gracias a la visión del director de escena Francisco Franco. "Nos lleva de repente a lugares inesperados y que en ningún momento imaginamos".

A pesar del arduo trabajo, la actriz se siente cada vez más segura también gracias a la ayuda de Victoria Hernández, con quien comparte escenas dentro de la historia. "Es mi coach y además sale de mi madre. Ella ha sido como una pieza súper clave para mí".

La jornada del día apenas comienza. Solo son dos actores en locación: Sandra y Juan Martín. Los llamados inician temprano y terminan a altas horas de la madrugada.

“Cómo me encantaría tener una hermana gemela que realmente me estuviera usurpando ahorita. Yo sí la agradecería, no como Paola”, comenta la protagonista de camino a la suite presidencial, donde ya la espera el equipo de producción y, sobre todo, vestuario para darle el toque final al look del personaje.

"Si tuviera una gemela y se dejara, sí usurparía su vida", confiesa la actriz quien, con una sonrisa, se aleja para poder darle cumplimiento a su apretada agenda que solo le permite ver el mar de lejos.

Antes de que Juan Martín Jáuregui tenga que retirarse también al set parece quedar intrigado por las afirmaciones de Sandra Echevarría sobre la posibilidad de poder suplantar vidas. “Estaría buenísimo. Es bueno tener tu back up”, señala el actor entre risas y listo para la jornada que se avecina.

La producción ya está lista para iniciar las escenas del día en la lujosa la suite presidencial del hotel de Mayakoba, pero esta historia apenas comienza.


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