El ladrón de tu energía ¡está en tu propio clóset!

Maquillaje con fecha de caducidad pasada

Todos los artículos de belleza, incluído tu maquillaje cuenta con una fecha de caducidad impresa, incluso, te indican cuánto tiempo de vida tienen una vez que los abres. Tira los que ya vencieron ¡tu piel te lo agradecerá! Pues podrías provocarte alguna alergia.

Aparatos electrónicos descompuestos

Desde un simple cable roto, hasta el que no sabes para qué sirve; audífonos, celulares o memorias dañadas están esperando que los tires o los vendas. Cuestiona si volverás a usarlos algún día, si la respuesta es no: el bote de basura es su destino.

Ropa interior gastada

Invierte en ropa interior siempre, no porque no estén a la vista de todo el mundo deberás usar calzones rotos o un sostén con el elástico vencido. ¡Apapachate desde tu interior!

Recuerdos de tus relaciones pasadas

Especialistas recomiendan botar todos los recuerdos físicos de una relación de pareja anterior, sobre todo si ya tienes una nueva pareja ¿no querrás arrastrar tus problemas del pasado al presente, verdad?

Puedes conservar algo significativo de tu relación anterior, sobre todo si su noviazgo terminó de manera amigable, pero lo mejor sería regalar las cosas.

Ropa que ya no usas

Los cambios de peso nos dejan con ropa sin usar de forma cotidiana. ¡Acepta que dejaste de ser talla 3 en la prepa y mejor regala tus prendas a alguien que les de utilidad!

Si por el contrario, has logrado bajar de peso, premia tu esfuerzo renovando tu guardarropa y confía en que no volverás a ser talla plus.

¡Ah! Y esos jeans que te fascinaban tanto que terminan por desgastarse demasiado ¡también deben ser botados! Agradece el ciclo que cumplieron contigo y sácalos.

Aplica lo mismo para los zapatos, si ya no te ajustan o siempre te apretaron encuentra unos pies que sean felices en ese par.

Bolsas viejas

Este accesorio imprescindible para las mujeres suele dañarse con el uso constante, así que te recomendamos observar con ojo crítico y tirar aquellas que tienen roto el forro, o desgastadas las orillas, ese cierre no la has ido a cambiar ¡y no lo harás!

Ropa de cama vieja

Las sábanas, cobijas y colchas se desgastan con el uso y las lavadas. Así que libera espacio de tu clóset y permite que el orden reine detrás de esas puertas. ¡Una persona en situación de calle necesita más que tú ese edredón de cuando tu hijo universitario era bebé!

Confía en la abundancia en tu vida, no guardes nada “para cuando lo necesite”, cuando eso suceda tendrás los recursos necesarios para comprarlo nuevamente.