Calaveritas a los actores de ‘La Desalmada’
El viernes pasado fuimos testigos del último capítulo de la telenovela ‘ La Desalmada’ por lo que en su honor y aprovechando el Día de Muertos, quisimos darles un último adiós con unas calaveritas literarias a los seis protagonistas de esta historia que tanto nos cautivó.
Livia Brito
Estaba Livia en foro.
Casi le tocaba grabar,
Y oyó un ruido sonar.
¿Era acaso un loro?
Era la pícara muerte.
Acompañarla le pidió.
"Vete que no quiero verte".
Pero la muerte insistió.
Y se fue sin despedirse.
Sin dar adiós a Favela.
A nadie de la novela.
Ni hablar, tuvo que irse.
Eduardo Santamarina
Tranquilo ahí estaba
El villano desgraciado
Y el actor tan amado,
que tan duro trabajaba.
Pero la huesuda llegó.
Y aunque él se resistió.
Finalmente se lo llevó.
Su esposa Mayrin lloró.
Al jarocho extrañaría.
Pero su Querendón voló.
Y un gran legado dejó,
Ya que todos lo querían.
José Ron
Ay este galán famoso.
Por el que todas gritaban.
Él estaba nervioso,
Pero en set suspiraban.
Visitó Guadalajara,
Es que mucho extrañaba.
Cuando su torta probaba,
La cosa se puso rara.
Un pedazo se atoró.
No hubo nada que hacer.
Aunque el elenco oró,
La muerte lo pudo vencer.
Marlene Favela
Se fue Marlene Favela
Vino la flaca por ella,
La guapa de la novela.
Se la llevó siempre bella.
El Güero le imploraba.
Que por favor la dejara.
Un aumento le juraba,
Para que ella rajara.
Pero no fue exitoso.
La muerte no perdonaba.
Aunque todos la amaban,
Dejó el mundo culposo.
Marjorie de Sousa
Con su arepa estaba,
La más villana de todas,
Que siempre seguía modas,
Y con su flow contagiaba.
En un break un taco comió,
La salsa mucho picaba.
Y vio que mal le sentaba.
Así que en llanto rompió.
Y una luz blanca siguió.
Era la muerte llamando.
Poco a poco la guió,
Del chile la fue salvando.
Kimberly Dos Ramos
La joven actriz pensaba
Que siempre aquí estaría
Que ella sí se salvaba
Y que jamás se iría.
Pero la muerte lo logró.
La tomó sin preguntarle.
Sin un minuto más darle.
La producción se enojó.
A su actriz se llevaron.
Y ella se quedó triste.
Ni despedir la dejaron.
Parecía hasta chiste.