Hija de Silvia Galván, destrozada, revela cómo fueron los últimos momentos de la 'Estilista de las estrellas': "Decía que estaba preparada"

Jessica, una de las dos hijas que le sobreviven a Silvia Galván, rompió el silencio el pasado 17 de abril durante el funeral de la llamada 'Estilista de las estrellas', excolaboradora de programas de Televisa como '¡Cuéntamelo ya!' y 'Hoy'.

Además de confirmar que su madre dejó todo arreglado respecto a su testamento y que ella, junto a su hermana, se quedarán a cargo de los salones de Silvia Galván, Jessica, visiblemente conmovida, narró cómo fueron los últimos momentos de su mamá desde que recibió el diagnóstico de cáncer de estómago hace poco más de un mes.

"Cuando nos dieron el diagnóstico, la verdad, nos dieron un diagnóstico muy..., un cuadro muy malo, de que ya no había nada que hacer, la verdad, pero mi mamá es una mujer guerrera, luchona. Entonces dijo: 'no me voy a rendir, y si hay una opción de un tratamiento, lo vamos a hacer'. Y pues fue su decisión, la apoyamos", dijo ante los medios.

Recordó que las últimas semanas, la estilista estuvo en perfecto estado, por lo que estaban esperanzadas a que el tratamiento estuviera funcionando.

"Después de que la diagnosticaron y regresó a México, estuvo muy bien, hacía ejercicio todos los días, pues estábamos juntas todo el tiempo, y yo la veía fuerte, la veía bien. Entonces yo empecé a pensar también que sí iba a funcionar", declaró.

Jessica relató que los días de Silvia Galván transcurrían con normalidad; se levantaba a hacer ejercicio , leía y veía sus series.

"Estaba contenta, la estábamos apapachando mucho, estuvo muy feliz", compartió.

Respecto a cómo estaba procesando el diagnóstico de cáncer, Jessica destacó la fe con la que reaccionó Silvia Galván, quien, dijo, nunca hizo un reproche ni se quejó de nada.

"Ella decía siempre, no estoy lista, pero estoy preparada. Ella decía que estaba preparada porque iba a ir a un lugar donde iba a estar con Dios; no tenía miedo, pero quería estar aquí el mayor tiempo posible. No tenía resentimiento con nadie; nunca dijo '¿por qué yo?'; de su boca no salió una queja", dijo.

Finalmente, Jessica reveló que el único día que Silvia Galván la pasó mal fue momentos antes de su muerte, después del tratamiento que recibió en el riñón porque lo tenía inflamado y tras la quimioterapia que recibió, que fue cuando se sintió mal y tuvo un infarto.

"Tuvimos mucho tiempo para estar con ella; después del diagnóstico, tuvimos mucho tiempo para convivir sin que ella estuviera mal; estuvo bien. Fue un regalo para nosotras el platicar con ella, el verla sonreír, a pesar de que traía una sonda para alimentarse. No fueron momentos malos, gracias a Dios; lo del final fue solo un día, gracias a Dios", declaró.