Hijo de Erika Buenfil es víctima de robo en famosa plaza comercial; actriz critica seguridad del lugar: "nunca los ayudaron en nada"

En la noche del pasado 20 de agosto, tras finalizar su jornada laboral, Erika Buenfil, su hijo Nicolás y su sobrino Alejandro fueron a cenar en uno de los restaurantes que se encuentra dentro de la famosa plaza Mítikah, ubicada en la Ciudad de México.

Dicho lugar tiene poco tiempo de apertura, además de que se encuentra en una de las zonas más concurridas de la capital y cuenta con fuertes sistemas de vigilancia, además de la presencia de guardias, lo que genera confianza en el sitio. Sin embargo, la familia Buenfil no tuvo una velada perfecta.

¿Qué le robaron a Nicolás, hijo de Erika Buenfil, cuando visitaba la plaza?

Fue a través de un video donde Erika y Nicolás hicieron público el delito del que fueron víctimas, exponiendo la vulnerablidad de los usuarios y la poca acción de las autoridades en este tipo de situaciones.

La actriz, que veremos próximamente en 'Papás X Siempre', contó que acudieron a Mítikah porque ahí se encuentra un restaurante japonés donde les gusta comer. Ella había salido de trabajar y los jóvenes habían salido de la escuela, por lo que llevaban varios aparatos electrónicos dentro de sus mochilas.

Al darse cuenta que sus máquinas no estaban, Nicolás y Alejandro regresaron a la plaza para que las personas encargadas de la seguridad les brindaran ayuda para poder recuperar los dispositivos, no obstante, salieron del lugar sin respuestas.

"Aquí el problema no es que les hayan robado las computadoras, el problema es que en Mítikah acuden con la gente de seguridad ahí, con los guardias, que tienen que levantar una denuncia, no los ayudaron en nada. Mi hijo tenía conectada el celular con la computadora y la computadora seguía en Mítikah, pero les empiezan a hacer un montón de preguntas y le da tiempo a la persona que haya tomado las computadoras de no estar", relató Erika.

Aseguró que las autoridades solamente les ponían trabas, no los dejaron ver las cámaras y jamás les dieron una respuesta en concreto, más bien hicieron tiempo para apagar una de las computadoras y que esta perdiera conexión, por lo que fue imposible localizarla.

"Entendemos que no se deben llevar aparatos, pero también estas plazas tan modernas y tan llenas de cosas de pronto uno olvida la chamarra, deja cosas en el carro y no se siente uno seguro en ninguna parte", continuó la actriz, de 61 años.

Algo que llamó mucho la atención es que su vehículo no tenía ningún daño, lo único que faltaba eran precisamente las computadoras de su hijo y su sobrino.

" La camioneta estaba intacta, no hay un cristalazo, una puerta forzada. Yo recordé y le dije a Nicolás: 'cierra la camioneta porque ahí estaban los equipos'. Yo creo que lo saben hacer muy bien y es todo. Mítikah, qué decepción", sentenció.

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