Ramiro derrocha el dinero de su padre, pero cuando éste muere, deja estipulado en su testamento que él debe trabajar como albañil en uno de los edificios de su constructora para obtener la herencia
Ramiro derrocha el dinero de su padre, pero cuando éste muere, deja estipulado en su testamento que él debe trabajar como albañil en uno de los edificios de su constructora para obtener la herencia