León se desquicia al enterarse de la traición de su esposa
Márgara no concibe cómo, de la noche a la mañana, su familia se destruyó. Se culpa, convencida de que si no hubiera sido por su indiscreción, todo seguiría igual. Todo se complica cuando ve que su padre pierde la calma, y cegado por el despecho, quema toda la ropa de su madre y, además, le exige tomar partido; o está con su madre o con él.