El Cuajinais y el Tripaseca, dos pobres prisioneros, deben trabajar veintitrés horas diarias, si es que no quieren ser castigados; por lo que, cansado, uno de ellos le pide ayuda al Chapulín para librarse del malvado capataz.
El Cuajinais y el Tripaseca, dos pobres prisioneros, deben trabajar veintitrés horas diarias, si es que no quieren ser castigados; por lo que, cansado, uno de ellos le pide ayuda al Chapulín para librarse del malvado capataz.