Vibra el Auditorio Nacional con Enrique Iglesias

El cantante español Enrique Iglesias hizo vibrar a unas 10 mil personas que asistieron al primero de dos conciertos que ofrece en la capital mexicana, como parte de su gira internacional Sex and love.

Sobre el escenario, la pasarela y entre las butacas, el astro de la música hizo partícipes de su show a hombres y mujeres que siguen su trayectoria desde hace dos décadas.

En el Auditorio Nacional sus fans vivieron una noche inolvidable, pues durante casi dos horas y a través de 17 temas de su amplio repertorio musical, el hijo del ídolo Julio Iglesias derrochó energía y en todo momento expresó su cariño y agradecimiento a México.

Enrique Iglesias, apenas tocando el escenario, se escucharon gritos ensordecedores de emoción.

Su energía fue total desde el primer momento en que, vestido con playera oscura y camiseta debajo de color blanca, jeans con cadena y su característica gorra con insignia en rojo, entonó la primera estrofa de Tonight y después I like how it feels.

A partir de ese momento, conectó con los asistentes, quienes nunca más volvieron a ocupar sus asientos, pues el descontrol estaba llegando a la interpretación de No me digas que no, donde solicitó que extendieran sus brazos arriba.

Cuando entregaba Bailamos se acercó a la orilla del escenario para saludar de mano a los más cercanos. Quienes estaban al fondo corrieron al frente burlando a la seguridad del recinto, con la esperanza de tocar al artista o, por lo menos, captarlo con la cámara de sus teléfonos móviles.

"México te quiero, como te quiero", expresó cuando sus fans le obsequiaban diversos objetos, entre los que destacaban prendas íntimas de colores vistosos y gorras que colocó con cuidado sobre una tarima del escenario.

Tras un set acústico ejecutado por seis músicos, compartió Cuando me enamoro a dueto con Descemer Bueno permitiendo después que el público entonara el coro.

Sentado en banquillos sobre el entarimado, y luego de decir salud al beber de un vaso de cristal, emocionó con Por amarte, mientras que a través de dos pantallas gigantes a los costados del recinto, se observaba a detalle la musculatura de sus brazos.

Un coro monumental coreó con él Loco y él agradecía con una sonrisa a todos aquellos que habían pagado un boleto para disfrutarlo.

"Los que están allá arriba, ¿qué tal?", preguntó y todos le respondieron al unísono: "bien", y así, sobre la pasarela de su clásico escenario que recorre hasta la fila 15, cantó Lloro por ti, con lo que terminó hincado estrechando las manos del máximo número de personas que pudo.

Luego de interpretar Escapar puso en apuros a un elemento de seguridad, ya que al acercarse demasiado a las butacas, la gente lo sujetó fuerte de la mano y no lo soltaban. Pidió los lentes de una persona y se los puso. Después se colgó un sostén anaranjado en el hombro y cayeron del techo papeles de color blanco.

"Tengo que agradecer, muchas, muchas gracias. Parece que fue ayer 1995, es increíble cómo pasan los años. Hoy estoy en la ciudad donde comenzó todo. Tengo a mi familia aquí y a ustedes esta noche.

"Yo sé que me repito mucho, pero muchas, muchas gracias. Toda la gente que siente tristeza y penas, olvídenlas esta noche, por favor, pásenla bien. Toda la gente que está feliz, es lo que buscamos siempre, ¿no?", resaltó.

Con ¿Dónde están? y Experiencia religiosa, concluyó su concierto y a manera de despedida dijo: "Muchas gracias, nos vemos mañana. No saben cuánto los quiero".

Este viernes el artista español se presentará de nuevo en el Auditorio Nacional. Después viajará a Monterrey, Guadalajara, León, Mérida y continuará su gira en Londres, Inglaterra.

¿Te gustaría que el cantante se presente ahora en el Palacio de los Deportes?

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