Al morir Don Severino, tío de Ludovico, deja escrita una última voluntad: que su sobrino conviva con sus cenizas dos días, a cambio de heredarle toda su fortuna
Al morir Don Severino, tío de Ludovico, deja escrita una última voluntad: que su sobrino conviva con sus cenizas dos días, a cambio de heredarle toda su fortuna