Adriana se excusa en el estrés para beber sin control y sin querer arrastrará al vicio a su pequeña hija Irma. Sólo la abuela Rebeca y un milagro podrá ayudarlas a dejarlo
Adriana se excusa en el estrés para beber sin control y sin querer arrastrará al vicio a su pequeña hija Irma. Sólo la abuela Rebeca y un milagro podrá ayudarlas a dejarlo