Santamaría descubre que Gilberto es el dueño del celular que Irina tenía en su poder, para castigarlo decide mandarlo al cuarto de tortura, no sin antes decirle que Andrea trabajará en el Club Diablo.
Santamaría descubre que Gilberto es el dueño del celular que Irina tenía en su poder, para castigarlo decide mandarlo al cuarto de tortura, no sin antes decirle que Andrea trabajará en el Club Diablo.