Capítulo 50: María trata de robar al hijo de Montserrat

María quiere vengarse de Montserrat por haberle quitado el amor de Alejandro, decide ir a la casa donde vive aprovechando que ni Montserrat ni Alejandro están, y que Carlota se encuentra a cargo del pequeño, quien lo está paseando en su carriola por el jardín. María se acerca sin ser vista y golpea con una roca en la cabeza a Carlota, dejándola inconsciente en el suelo. Ella toma al bebé en sus brazos y trata de huir, pero por suerte el padre Anselmo, Dominga y Macario la descubren y evitan que cometa semejante locura.

Graciela va a casa de Amelia para pedirle que por favor no diga nada sobre su secreto, pues ella es la única que sabe que tuvo un hijo de Benjamín Almonte y que murió cuando recién nació. Amelia le dice que nunca ha dicho nada y no tendría por qué decirlo ahora, y no lo hace por amistad, sino por la vergüenza que siente de haber formado parte de ese juego desde hace muchos años. Amelia se encarga de recordarle a Graciela que ha llegado muy lejos gracias a su ambición, pues le dice que antes era la hija pobre de una humilde costurera.

Pedro Medina manda a llamar a Dimitrio a su casa para reclamarle que no le haya agradecido el haberlo sacado de la cárcel. Dimitrio le agradece pero sabe que hay algo más que Pedro busca, así que le pide que se deje de rodeos y le diga qué es lo que necesita. Pedro le informa que sabe que Alejandro podría ser su hermano y le propone ayudarlo para que él se quede con toda la fortuna de Alejandro a cambio de que le de la hacienda y las tierras que siempre ha querido.

Alejandro y Montserrat llevan a Rosario a comprar ropa para que luzca como toda una señora. Montserrat se ofrece a ayudarle para que luzca muy elegante. Rosario sorprende a su hijo con su cambio de look, pero las cosas se ponen tensas y Rosario comienza a contarles su triste pasado y cómo fue que Benmjamín Almonte abusó de ella.

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