Crisanta no puede perdonar la traición de Canuto, le advierte que si no se va de la casa, ella lo hará. Ante esta amenaza, Tito debe irse, a pesar de causarle gran dolor a sus nietos.
Crisanta no puede perdonar la traición de Canuto, le advierte que si no se va de la casa, ella lo hará. Ante esta amenaza, Tito debe irse, a pesar de causarle gran dolor a sus nietos.