Tras ser arrestados los hombres de su familia, Yolanda y Endina están a salvo, sirviendo su caso como inspiración para las mujeres que atraviesan por una situación similar.

Tras el inminente divorcio de sus padres, Angie le sugiera a Pilar que haga uso de la casa que está desocupada y la ofrezca a personas que deseen pasar un tiempo agradable.

Mientras están instalados en una cabaña, Angie descubre el pasaporte de Aarón, quien realmente se llama Alejandro y es buscado por la Interpol, por el crimen que cometió.

Mientras Daniel considera que el huésped que se está alojando en su casa muestra una actitud sospechosa, Angie pide que le den una oportunidad al tipo que se ostenta como escritor.

Aarón sabe cómo echarse a la bolsa la simpatía de los anfitriones donde se aloja, cocinando para ellos y contando su historia de persecución, por parte de su poderoso padre.

Aarón habla con Pilar para desocupar la habitación que estuvo alquilando, pero Angie no quiere que se vaya y escapa de casa con él, con dinero en mano y llena de ilusiones.