Juan Carlos se siente mal por tener que esconderse detrás de "Eva", por lo que no podría advertir a Helena sobre las verdaderas intenciones de Plutarco.

Eva acepta las acciones que le heredó Antonia y usa su primer acto como socia para ordenar una auditoría a la empresa para descubrir las trampas de Plutarco.

Plutarco ofrece a Helena la posibilidad de hacerse cargo de todos los estudios de su hijo.

Eva lleva a Helena para hacer que no deje de pensar en Juan Carlos y alejarla de las garras de Plutarco.

Silvia no encuentra a su esposo ni a su nieto por ningún lado y se da cuenta de que Eduardo le dejó una carta explicándole lo que ha hecho.

Helena está harta de que su padre las maltrate a ella y a Silvia por tantos años, y al enterarse de lo que ha vivido su mamá, lo llega a odiar.